Para Isabel Preysler, la Navidad es uno de los pocos momentos del año en el que puede disfrutar de lo que más le hace feliz de esta vida, que son sus hijos. Bueno, sus hijos y sus nietos, que además han dado sentido a la ilusión de vivir las fiestas con la inocencia de los más pequeños, que se convierten en los protagonistas de cualquier familia. Isabel cuida con especial atención esas reuniones familiares en las que intenta sentar en la mesa a todos sus hijos y seres queridos. Bien en Madrid, bien en Estados Unidos, Preysler organiza las agendas para evitar ausencias y poder revivir esas Navidades del pasado. Cuando todos vivían en casa y era más fácil agruparse pero, como pasa en todas las familias, cuando los hijos crecen y se casan es cuando hay que empezar a dividirse. Un año toca en casa de mamá y otro en casa de la suegra. Eso es lo que le ocurre precisamente a Tamara Falcó, quien días atrás me confirmó que este año le toca disfrutar la Nochebuena con su marido, Íñigo Onieva, y su familia política.
No habrá, por lo tanto, cena en Puerta de Hierro y sí en La Moraleja, en casa de su suegra Carolina Molas, donde Tamara siempre se ha sentido muy confortable. Precisamente fue una Nochebuena cuando Tamara e Iñigo decidieron darse una segunda oportunidad al encontrarse en la Misa de Gallo tras cenar cada uno con su familia. El anuncio del compromiso meses antes coincidió con la publicación de unas imágenes de Íñigo en un festival de música besándose con otra mujer y eso dio pie a una de las rupturas más sonadas de la crónica del corazón. Era el año 2022 y Tamara aseguró que aquello estaba más que terminado y que nunca permitiría una infidelidad con su famosa frase del "Nanosegundo en el Metaverso". Pero su encuentro en esa misa cambió su parecer y desde entonces se confiesa una mujer muy feliz y enamorada, o como sus allegados aseguran, una Tamara que estornuda confeti de feliz que está.
Isabel Preysler es la primera que entiende que sus hijos deben cumplir también con sus familias políticas, pero eso no quita que le de mucha pena no tener a Tamara en la mesa, ya que siempre es quien anima las reuniones. Además, el día 25, día de Navidad, Tamara suele acudir a casa de su hermano Manolo Falcó para pasar esa fiesta con la familia paterna, tradición que siempre han mantenido y que, se supone, seguirá manteniendo. La marquesa de Griñón acudirá con su marido y se reunirán con los Falcó en unas fechas que rematarán con uno de esos viajes que suelen realizar cada cierto tiempo y de los que luego nos ilustran en sus redes sociales.