Nacho Cano e Iker Jiménez: paralelismos y divergencias de dos figuras polémicas que fascinan o producen rechazo

En la última emisión del programa Horizonte, Nacho Cano, el célebre ex miembro de Mecano, compartió plató con Iker Jiménez, en lo que se presentó como la unión de dos personajes que a través de caminos muy diferentes han llegado a representar posturas que desafían convencionalismos, y desde luego al poder político legítimamente establecido.

El músico y el presentador son figuras destacadas dentro de su ámbito: Cano, un símbolo del pop español y creador del musical Malinche, e Iker Jiménez, una de las caras más reconocibles como presentador de espacios de misterio que en los últimos años ha evolucionado a otra cosa.

Aunque sus trayectorias vitales y profesionales difieren enormemente, los dos han acabado siendo señalados como 'ebeldes' dentro de un imaginario político de derecha que se siente atacado por el statu quo.

Trayectorias marcadas por el éxito, pero también por la controversia

Nacho Cano e Iker Jiménez son ejemplos paradigmáticos de cómo el éxito puede convertir a una figura pública en objeto de polarización. Cano alcanzó la fama en la década de los 80 como miembro de Mecano, una de las bandas más importantes de la música en español. Su talento para la composición quedó inmortalizado en canciones que se convirtieron en himnos generacionales. Sin embargo, su carrera no estuvo exenta de controversias. En años recientes, el musical Malinche, que se presenta como un homenaje a la figura histórica de Malintzin y a la mezcla de culturas, ha recibido duras críticas por su enfoque, al que algunos consideran un blanqueamiento de la conquista española. Aparte de la denuncia de una becaria y el contraataque de Cano, que explica los ataques como una víctima del sanchismo por su afinidad y amistad con Ayuso.

Por su parte, Iker Jiménez comenzó su carrera como presentador especializado en fenómenos paranormales. A través de programas como Cuarto Milenio y Horizonte, ha construido un público fiel gracias a su estilo único, que combina su toque de misterio con preguntas lanzadas al infinito. Sin embargo, en los últimos años, su posicionamiento crítico hacia ciertos temas, como la gestión de la pandemia o desastres naturales como la DANA, lo ha convertido en una figura polarizadora. Jiménez no ha ocultado su interés en señalar la negligencia institucional, lo que ha generado enfrentamientos con políticos de distintos signos.

Cercanías ideológicas, pero con matices

Tanto Cano como Jiménez han sido asociados recientemente con posturas ideológicas de derecha, algo que ellos mismos no han negado. Nacho Cano se ha mostrado como un ferviente defensor de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, a quien ha elogiado públicamente. Además, su discurso en Horizonte incluyó críticas explícitas al Gobierno de Pedro Sánchez y su entorno, reflejando su descontento con las políticas actuales.

Iker Jiménez, aunque menos explícito en su afinidad política, ha adoptado una postura que algunos interpretan como crítica hacia las instituciones progresistas. Sin embargo, a diferencia de Cano, su visión se construye desde la denuncia transversal, evitando vincularse directamente con una ideología concreta. Su defensa de la independencia frente a cualquier tipo de presión institucional o partidista ha sido un pilar de su enfoque.

El papel del "enemigo común"

Un elemento que une a estas dos figuras es la construcción de un 'enemigo común' en sus opiniones: la crítica hacia las instituciones que consideran responsables de sus problemas. Cano, en el caso de Malinche, denuncia irregularidades en las inspecciones que ha enfrentado su musical y las atribuye a un ataque orquestado, señalando que su postura pública podría ser la causa. De manera similar, Jiménez se presenta como un periodista perseguido por su independencia, enfrentándose tanto a la izquierda como a la derecha política por negarse a seguir ninguna línea dictada.

Similitudes más allá de lo político

Aunque sus trayectorias profesionales son muy distintas, Cano y Jiménez comparten una serie de características clave que explican su conexión.

Carácter autodidacta: Ambos han construido sus carreras desde la independencia creativa. Cano, como compositor y creador, se reinventó al apostar por el teatro musical; Jiménez, por su parte, ha hecho de su curiosidad una herramienta para explorar desde los ovnis hasta los desastres naturales.

Pasión por la historia y la memoria: Tanto en las canciones de Mecano como en Malinche, Nacho Cano explora temas históricos y culturales. Por su parte, Jiménez se interesa por cómo los eventos del pasado influyen en nuestra percepción del presente, desde las pandemias hasta los grandes enigmas del universo.

Resistencia a las críticas: Ambos están acostumbrados a ser cuestionados. Cano ha sido acusado de trivializar temas complejos en sus obras, mientras que Jiménez ha enfrentado comentarios por dar cabida a teorías poco convencionales en un entorno que demanda certezas científicas.

Las diferencias que marcan sus trayectorias

Donde sus caminos divergen más es en el impacto de sus opiniones. Mientras Nacho Cano suele mantenerse en un plano artístico, con comentarios ocasionales sobre política, Iker Jiménez ha construido una plataforma mediática que le permite incidir directamente en el debate público. Además, Cano parece enfocar su perspectiva en la exaltación de ciertos valores culturales, mientras que Jiménez navega en aguas más amplias, desde lo espiritual hasta lo científico.

Unidos, pero distintos

El encuentro entre Nacho Cano e Iker Jiménez en Horizonte no fue solo una coincidencia televisiva. Representa la convergencia de dos figuras que, desde distintos contextos, desafían las corrientes predominantes. Aunque sus posturas puedan interpretarse como alineadas ideológicamente, su conexión radica más en la defensa de su independencia frente a un sistema que perciben como hostil.

En una era donde las figuras públicas son cada vez más polarizantes, Nacho Cano e Iker Jiménez se presentan como ejemplos de cómo la rebeldía y la búsqueda de autenticidad pueden unir a personas de trayectorias tan dispares.