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El importante avance de Carla Vigo en su lucha contra la bulimia: "No me sentí mal ni me castigué"

Carla Vigo se recupera favorablemente en su lucha contra la bulimia. La sobrina de doña Letizia sufre este trastorno alimenticio desde la adolescencia, y ahora ha compartido sus avances a través de una historia en Instagram, donde reúne cerca de 41.000 seguidores.

La joven, que en octubre cumplió 24 años, padece problemas alimenticos desde hace una década. Sin embargo, esta semana consiguió algo que hace un tiempo le parecía impensable: se probó un vestido ajustado y, al comprobar que no era su talla, no se sintió triste. Ella misma lo ha contado en su perfil.

Carla ha publicado una conversación con la doctora Beatriz Martínez Núñez, psiquiatra infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid. "Tengo que contarte una cosa. El otro día me probé un vestido que no me cabía y no pasó nada. En plan, ni me sentí mal ni me castigué ni nada. Estoy superorgullosa de mí misma", le explica.

En su charla, la doctora le responde: "Me haces el día, me alegro muchísimo. Mirarse sin castigarse tiene mucho valor. Te mando un superabrazo". Con su permiso, la prima de la princesa Leonor ha expuesto su conversación, lo que demuestra que hay salida frente a este tipo de diagnósticos. Hace falta recibir un buen acompañamiento y trabajar la autoestima para, poco a poco, hacer frente al trastorno. La joven llegó a estar ingresada en un hospital, algo que le permitió avanzar. Sin embargo, la lucha debe librarse día a día. Ella misma lo contó hace unos meses.

Su larga batalla psicológica

"Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero fue con ocho o nueve años cuando comencé a verme mal en el espejo. Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello. Es algo que te va a acompañar toda la vida, pero tienes épocas mejores", comentó, afirmando que "recuperarse del todo es muy complicado". "No he salido porque he tenido recaídas... Sucede como con los alcohólicos, que nunca se recuperan del todo. Tengo que tener cuidado con ciertos comportamientos", señaló.

La hija de Érika Ortiz, la pequeña de los Ortiz Rocasolano, fallecida por decisión propia en 2007, a los 31 años, sigue viviendo apartada de la familia materna. En el pico más alto de sus problemas de salud mental ingresó en un piso tutelado del barrio de Chamberí, compartido con otros jóvenes que, como ella, tuvieron problemas de índole psicológica, así como de adicciones o inadaptación social. Lo abandonó y regresó en septiembre. Y es que lo cierto es que Carla ha pasado por etapas verdaderamente duras, de sentirse totalmente perdida. Pero resiste, sigue adelante. Más aún ahora que cuenta con el apoyo de su novio, un joven catalán al que conoció por Internet.

En este tiempo, la nieta de Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano ha pasado por distintas disciplinas. Intentó ser actriz trabajando con Rafael Amargo, pero esa carrera quedó frustrada por los problemas judiciales del bailarín. También dio clases de baile, aunque no consiguió formar parte de ninguna compañía. A veces trabaja como animadora de fiestas infantiles. Otras, concede alguna entrevista pagada, en la prensa del corazón, siempre eludiendo pronunciarse de forma demasiado crítica hacia su familia.

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