Ivanka Trump ha regresado a la escena política con el triunfo de su padre. La hija del presidente electo había estado una temporada larga ejerciendo de "Miami Barbie", como dicen los medios norteamericanos, quienes también se refieren a ella por como la "Princesa MAGA" (Make América Great Again). Tras dar un paso atrás en la carrera política tras el final turbulento final del primer mandato presidencial de su padre en 2021, Ivanka ha mantenido un perfil notablemente bajo, salvo algunas intervenciones para apoyar a su padre cuando fue condenado, o después del atentado que le alnzó en la oreja; pero en general ha estado más centrada en la vida familiar en su lujosa residencia en Miami.

Con su ausencia del foco público, muchos especularon que había dejado atrás para siempre el mundo de la política de Washington. Sin embargo, ahora, algunos destellos de su reaparición están causando revuelo, mientras América se pregunta qué papel podría desempeñar con su padre de nuevo al frente del país más poderoso de la Tierra.
Tras el final de la primera presidencia de Trump, Ivanka y su esposo, Jared Kushner, mudaron a su familia a Indian Creek Island, un enclave exclusivo en Miami. Fue un esfuerzo por escapar de Washington y reconstruir una vida más tranquila y privada después de años de intenso escrutinio. Ivanka adoptó un estilo de vida "Miami chic", una transformación notable respecto a sus días en Washington, y comenzó a construir una presencia en redes sociales enfocada en su familia y estilo de vida, compartiendo instantáneas idílicas de vacaciones, paseos familiares e incluso citas informales con Kushner. A través de estas publicaciones, Ivanka ha cuidado su imagen como la madre y esposa estadounidense por excelencia, proyectando una vida completamente alejada de la política.

Sin embargo, sus apariciones recientes insinúan una lenta reintroducción al ojo público y a los círculos de alta sociedad de los que alguna vez fue parte. En diciembre de 2021, Ivanka llamó la atención en Art Basel Miami, asistiendo al evento de Louis Vuitton en homenaje a Virgil Abloh, luciendo un vestido rosa chicle. Esta ocasión marcó su primera aparición de alto perfil desde su salida de Washington, y su reaparición suscitó tanto admiración como curiosidad.

En los años posteriores, Ivanka ha ido regresando poco a poco al escenario de celebridades, participando en eventos junto a Kim Kardashian y otras figuras influyentes. Su aparición en 2023 en la fiesta de cumpleaños de Kardashian, vestida con alta costura y acompañada de la élite de Hollywood, subrayó su regreso gradual a un mundo que previamente se había distanciado de la familia Trump.

Su ausencia notoria en el lanzamiento de la campaña de su padre en noviembre de 2022, junto con su declaración pública en la que afirmaba que prefería priorizar a sus hijos y la vida privada, solo alimentó la especulación de que evitaría involucrarse en la política por completo.

No asistió al juicio de su padre en Manhattan ni al primer debate presidencial. Sin embargo, su apoyo silencioso en momentos de dificultad personal, como cuando estuvo con él tras su aparición en la corte en 2024, muestra que su vínculo con la marca Trump, y con él mismo, sigue intacto.
¿Qué papel podría desempeñar con su padre de nuevo en la Casa Blanca?
Algunos especulan que podría actuar como una influencia moderadora, tratando de suavizar la retórica de su padre con un enfoque más pulido y centrista. Otros, sin embargo, dudan de su influencia y ven su regreso como algo más simbólico que funcional. Ella sugiere que es poco probable que retome su anterior rol como asesora principal, pero que podría desempeñar una presencia poderosa, ayudando a tender puentes entre los seguidores más radicales de su padre y un público más amplio y escéptico.

A medida que Ivanka se mueve entre el glamour de Miami y las posibles responsabilidades de Washington, sus próximos pasos probablemente definirán cómo será recordada: como una ex primera hija convertida en socialité de Miami, o como un puente entre el legado divisivo de su familia y una versión más suave de la marca Trump. Aunque hoy pueda seguir siendo "Miami Barbie", hay señales de que podría recuperar su corona como la "Princesa MAGA", aunque bajo sus propios términos, cuidadosamente controlados.
