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La impactante denuncia de Elisa Mouliaá a Íñigo Errejón: "Cerró con pestillo para que no pudiese escapar"

 

Es la noticia desde este jueves: el abandono de la política de Íñigo Errejón tras las acusaciones de violencia machista contra él en redes sociales. Acusaciones que él reconoció ante su partido, Sumar, como "comportamientos machistas" antes de presentar su dimisión y de las que no habló de forma explícita en su comunicado. No obstante, sí soltó frases como esta, victimizándose de la intensidad política, de la subjetividad tóxica y del patriarcado y no pidiendo disculpas a las mujeres afectadas: "Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al limite de la contradicción entre el personaje y la persona".

Horas después de que el exportavoz de Sumar y exdiputado de Más Madrid anunciara su comunicado, la actriz Elisa Mouliaá denunció públicamente ser otra víctima de Errejón y presentó una denuncia en la Comisaría Central del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid.

Este viernes por la mañana se ha difundido el contenido de la denuncia: "Relata cómo se la obliga a meterse a una habitación. Recuerda cómo se siente paralizada. No consentía nada de lo que sucedió", ha resumido Ana Terradillos en Vamos a ver.

Errejón mostró "una actitud dominante y le impuso tres reglas" antes de llegar a la fiesta que se celebraba en casa de una amiga. "La primera que no se alejase mucho de él esa noche, la segunda que si lo hacía no se fuese a más de veinte metros de él y regresase en un minuto y la tercera que esa noche le diese un beso". La denuncia consta de cinco folios. Cuando ocurrió todo, llevaban alrededor de un año hablando por redes sociales.

La denuncia

"Al bajar del ascensor, accedieron a la casa de su amiga comenzando a involucrarse en el ambiente de fiesta donde bailaron, bebieron y charlaron con los asistentes". Un hecho ocurrido durante la noche "debió de producir un ataque de celos en su acompañante, el ahora denunciado, debido a que este la agarrró fuertemente del brazo y la llevó por la fuerza durante unos seis metros, por un pasillo, hasta introducirse en el interior de una habitación de la casa".

En la denuncia se lee: "Una vez en el interior, el denunciado cerró con pestillo la puerta, para impedir que la denunciante pudiese escapar comenzando a besar y a tocar a la dicente por distintas partes de su cuerpo, sobre todo la zona de los pechos y de los glúteos no pudiendo concretar si fue por encima o por debajo de la ropa, aunque recuerda que le llegó a quitar el sujetador al tiempo que le decía frases lascivas del tipo 'cómo me pones'. Todos estos hechos ocurrieron sin el consentimiento de la declarante".

Prosigue: "Acto seguido empujó a la dicente sobre la cama y el denunciado se sacó su miembro viril, comenzando a lamer la zona de los pechos a la declarante. La dicente recuerda que se sintió paralizada y que no consintió nada de lo que sucedió. Fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta, argumentando que su amigo se había quedado solo".

"Íñigo le respondió que salía de la habitación con la condición de que en veinte minutos ambos se tenían que ir de la fiesta a la casa de Íñigo, ya que tenía intención de llamar a un vehículo". Y se lee: "La denunciante recuerda que accedió a su condición y que su intención era que todo lo que estaba sucediendo terminara cuanto antes".

"Recuerda que ambos estuvieron un rato más en la fiesta, si bien Íñigo agarró la chaqueta de la denunciante y se la puso con mucha celeridad", mientras decía "vamos date prisa que el coche lleva cinco minutos esperando". Ya en el coche y "a mitad de camino de casa del denunciado", la actriz y presentadora "recibe una llamada telefónica de su padre en la que le decía que su hija de un año de edad en ese momento, tenía 40 de fiebre", lo cual la "preocupó mucho, (...) pero no a su acompañante, el cual no reaccionó en absoluto".

"Íñigo mantenía una actitud fría e impasible a lo que estaba sucediendo no interesándose de ningún modo en el estado en el que se encontraba su hija pequeña". No le ofreció la posibilidad de trasladarla hasta el domicilio de sus padres, sostiene Elisa. Mouliaá se sintió "muy mal". "No comprendía muy bien la actitud que mostraba" el expolítico mientras se trasladaban a casa de él.

Una vez en el domicilio, "este sin mediar palabra comienza nuevamente a besar a la denunciante en los labios, mientras le realizaba tocamientos por la zona de los pechos y de los glúteos". Y "todo ello por fuera de la ropa, mientras trataba de trasladarla hasta su habitación". La actriz "le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda y que además seguía preocupada por su hija": "Todo lo que sucedía le estaba pareciendo muy violento".

Mouliaá, finalmente le terminó diciendo a Íñigo: "'Solo 'sí es sí', parece mentira que me esté pasando esto contigo". Asimismo, Mouliaá "le preguntó que si no sabía lo que era la seducción, los tiempos y la escucha", ante lo que Errejón "le contestó dándole las gracias y diciéndole que eso le iba a servir para futuros encuentros". Unas palabras que provocaron "sorpresa, repulsión y decepción" en la actriz.

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