La dimisión de Íñigo Errejón de la política Institucional solo un día después de las acusaciones de presunto acoso sexual por parte de varias mujeres, entre ellas, la actriz y presentadora Elisa Mouliaá, ha desatado una auténtica polvareda que, de paso, ha puesto en el punto de mira a otros rostros conocidos, como Antonio Maestre, que en la mañana de este viernes ha emitido un comunicado en sus redes sociales anunciando que emprenderá acciones legales.
El escándalo protagonizado este jueves por el portavoz de Sumar llevó a varias usuarias a avisar en las redes sociales sobre la existencia de otros hombres del mundo de la política, la cultura y el periodismo a los que había que señalar por tener comportamientos cuestionables hacia las mujeres. En este caso, al comunicador, de 45 años, se le acusa de acercarse a jóvenes de entre 18 y 20 años. Algunas de ellas compartieron en X capturas de pantalla de conversaciones.
"Entre hoy y los próximos días voy a presentar más de 20 querellas criminales. Ya tengo registrados legalmente los mensajes delictivos en X con egarante e iré informando según se presenten las querellas y contra quien", ha avanzado Maestre, que condena a quienes creen que "las redes sociales son un espacio de impunidad". "Conmigo se equivocan. Ayer hubo quien consideró que se pueden verter todo tipo de acusaciones aprovechando una terrible noticia para cobrarse cuentas con quien se tienen fobias, no cae bien, o a quien se quiere apartar ya que no le ha sido posible por otros medios sabiendo que la información que manejo sobre organizaciones, partidos y sus miembros es delicada", ha avisado.
Entre hoy y los próximos días voy a presentar más de 20 querellas criminales.
— AntonioMaestre (@AntonioMaestre) October 25, 2024
Ya tengo registrados legalmente los mensajes delictivos en X con egarante e iré informando según se presenten las querellas y contra quien.
Hay quien se cree que las redes sociales son un espacio de…
"Ayer se produjo una campaña de acoso contra mi persona en la que se cometieron varios delitos graves, entre ellos injurias, calumnias, atentado contra la intimidad, honor y la propia imagen, revelación de secretos, extorsión y chantaje. Algunos de ellos calificados con penas de muchos años de cárcel y no voy a tener piedad", ha comentado el tertuliano de laSexta. "Durante al menos cuatro años por mi trabajo periodístico llevo recibiendo este tipo de acciones delictivas contra mi persona. Solo que yo las dirimo en los juzgados como querellante y no en otros foros".
"No os voy a dejar pasar ni una. Quien crea que puede usar sus fobias y complejos personales para acusar de delitos de forma impune o manchar la propia imagen por un poco de atención va a ir ante unos tribunales y no lo va a pasar muy bien. No vais a quedar impunes porque esto no es un juego", ha zanjado.
Así se gestó la dimisión de Errejón, en terapia por su adicción al sexo
Gracias a muchos anónimos en las redes sociales pudieron conocerse los indicios que llevaron a Sumar a iniciar las investigaciones capitaneadas por la propia Yolanda Díaz, pero fueron voces de Más Madrid las primeras en exigir la dimisión de Íñigo Errejón antes de que el tsunami de acusaciones de violencia y actitudes machistas que se avecinaba se hicieran públicas. La ministra de Sanidad y compañera de formación en Más País de Errejón, Mónica García, estuvo en el equipo de gestión de la crisis entre el lunes y el jueves, desde la denuncia sin nombres en el Instagram de Cristina Fallarás hasta la estrafalaria dimisión de Errejón. Pero el terror comienza a gestarse mucho antes: como poco, en junio de 2023, cuando el entonces diputado manoseó a una mujer en un concierto en Castellón de la Plana y después trató de arreglarlo utilizando a una compañera de Más País como mediadora. Es decir, en el partido sabían lo que ocurría. También sabían del tratamiento por adicción al sexo y otras adicciones del portavoz parlamentario. En las formaciones niegan que tuvieran conocimiento con antelación mientras que en privado varios dirigentes sostienen que no les ha sorprendido.
Errejón admitió la veracidad de los relatos de sus víctimas. Lo confesó ante sus compañeras tanto de Sumar como de Más Madrid, tal y como confirman a Informalia desde ambos partidos.
Errejón "llevaba tiempo en terapia por adicción al sexo", explican a este medio fuentes de Más País. Pero el tratamiento que seguía desde hace meses, "no funcionó", aseguran. Algunas versiones sostienen que Yolanda Díaz tenía noticias "desde hace tiempo" de la situación y de "algunos problemas" del portavoz de su partido. Es seguro que ya el martes llamó a Errejón y le pidió que dimitiera. El diputado aceptó pero tardó 36 horas en llevar a cabo su confesión y lo hizo con medias tintas. Desde al menos el martes, en Sumar tenían la certeza de que las denuncias por acoso sexual contra no eran mentiras de las redes sociales. Al contrario: sabían ya entonces que eran ciertas. Fue Lara Hernández que se encargó de llamar por teléfono a Errejón. La secretaria de Organización de Sumar le preguntó sin rodeos si era él la persona aludida en los testimonios anónimos que se habían hecho públicos en la cuenta de Instagram de Cristina Fallarás, en la que una mujer describía a un político madrileño como "un maltratador psicológico, un verdadero psicópata, un monstruo". Un monstruo que obligaba a sus parejas a prácticas sexuales vejatorias. Admitió que sí. Entonces Yolanda Díaz le exigió su salida.
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