En silla de ruedas y con collarín, así ha abandonado Mario Vaquerizo este lunes el Hospital Universitario de Cáceres tras la caída que sufrió desde el escenario el pasado sábado en el Festival Horteralia. El marido de Alaska cayó tras tropezarse con una de sus altísimas plataformas. Perdió el conocimiento durante varios minutos y de inmediato fue trasladado al hospital.
"Me han cuidado de putísima madre", ha asegurado el cantante de Nancys Rubias tras abandonar el centro, aclarando que pese a las circunstancias se encuentra "muy bien": "Muchísimas gracias por venir. Ha sido una caída muy tonta. Hay que tener muchísimo cuidado con las caídas", ha lamentado al mismo tiempo.
Sobre su parte médico, ha explicado: "Tengo una fractura de la vértebra 4 y de la vértebra 6, pero estoy en muy buenas buenas manos con este equipo médico que me ha cuidado fenomenal". Y ha añadido: "Ahora estoy un poquito dopado, que creo muchísimo en la dopación que me viene bien, y agradeceros a todos todo este cariño".
Acompañado por su hermana Marta, Mario se ha despedido cariñosamente de una de las enfermeras que le ha atendido. Se ha incorporado con mucha dificultad en el sitio del copiloto de un coche y ya ha puesto rumbo a Madrid para continuar con la recuperación en su casa junto a Alaska. "Ahora tengo que descansar", ha sentenciado el artista, que cumplió medio siglo en julio.
La propia Alaska, desde las puertas de su casa en Madrid, también ha hablado de lo ocurrido con su marido este fin de semana: "Se ha quedado en un susto grande y un collarín", ha respirado aliviada. "No ha sido nada neurogógico que haya que preocuparse ni nada". La artista no pudo viajar este fin de semana a Extremadura para estar junto a él: "Ahora tranquilidad. El mal día de ayer de estar viniendo de fuera de España para llegar... Por suerte está con su hermana, está con su grupo y no está solo que es lo que más me podía preocupar a mí".