Pocas veces vemos en Madrid una fiesta tan espectacular como la del 25 cumpleaños de Tana Rivera y Martínez de Irujo, este sábado, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la calle de Alcalá. Un recinto repleto de obras de arte y del que fue miembro activo, Jacobo Fitz-James Stuart, padre de la duquesa de Alba, la inolvidable abuela de la joven.
Llama la atención que la fiesta no se celebrara en el palacio de Liria, ya que la relación de Eugenia Martínez de Irujo con su hermana mayor, Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, es buena y mantienen contacto permanente. Pero parece que Tana y sus amigos se sintieron más independientes y libres, en un recinto ajeno a la familia y alquilado para la ocasión.
Como adelantábamos este fin de semana, allí se dieron cita desde Francisco Rivera y la duquesa de Montoro, padres de Tana, hasta amigos cercanos como Victoria Marichalar, Vicky Martín Berrocal, Boris Izaguirre, íntimo de Eugenia y su marido Narcís Rebollo, el torero peruano Roca Rey, Inés Domecq y Simoneta Gómez Acebo. Una fiesta muy especial. Y no sólo porque los invitados procedían de toda España y eran amigos de Tana, de la familia Rivera y de la Casa de Alba. Es que el dress code exigía que los invitados llevaran máscaras venecianas, un complemento elegante, misterioso y con tanta carga histórica y festiva.









¿Por qué Tana no fue a Gabana?
La fiesta de la calle de Alcalá a la que sí fue Tana tuvo algo de márketing: estuvo organizada por la empresa de eventos para la que trabaja Tana en Sevilla desde 2023: Grupo Pacífico, un empleo que adelantó en primicia Informalia. Pero el caso es que la celebración iba a continuar después para los invitados más jóvenes, en la discoteca Gabana, propiedad de Tito Pajares, el sitio de moda en Madrid desde su reapertura este mismo año. El empresario Tito Pajares está casado con la modelo y antigua Miss España Sofía Mazagatos. Él fue también quien estuvo al frente durante años de la Gabana de la calle Velázquez, una discoteca donde se daba cita buena parte de la buena sociedad de Madrid. Allí celebró precisamente Tana su 18 cumpleaños. Y en su momento, Ana Aznar y Alejandro Agag citaron allí a sus amigos para la fiesta previa a su polémica boda en El Escorial en septiembre de 2002.

Uno de los privados de Gabana Music Club, como se llama ahora el nuevo local en la calle María de Molina, estaba reservado para acoger a 80 invitados de Tana Rivera, que llegarían con ella y su novio Manuel Vega, después de la cena en la Academia de Bellas Artes. Efectivamente, avanzada la noche, los amigos de Tana fueron llegando y entrando en el reservado pero la protagonista de la fiesta, no apareció. ¿El porqué de esa espantá? Hay más especulaciones que certezas. Demasiada prensa pendiente de esta segunda parte de la fiesta. Tal vez la protagonista de la noche se sintió agobiada. Tal vez se desanimó o sufrió un enfado o desencuentro en la cena que le hizo cambiar de planes. La cenicienta de la noche se marchó a casa y no fue a su propia fiesta.