Este lunes la hispano-paraguaya Gabriela Guillén, de 37 años (Bertín Osborne cumple 70 en dos meses) inaugura en Madrid su primer centro de belleza. Lo hace en plena Milla de Oro, en el barrio de Salamanca, y con una socia, en su debut como empresaria. En la entrevista que nos concede en exclusiva repite que está hasta arriba de créditos pero que está segura de que saldrá adelante. Después de 18 años en España y con un hijo que sigue criando sola, la ex del cantante y presentador está dispuesta a triunfar en solitario mientras la Justicia sigue su curso. En enero habrá juicio por la demanda de paternidad pero ahora lo que le quita el sueño es este proyecto y que su bebé, que ya tiene nueve meses, mantenga la buena salud. Sobra decir que no cree que el ex de Fabiola aparezca en la fiesta de apertura donde sí estará su buen amigo José Luis López 'El turronero', que tantas veces ha intentado mediar entre los dos.
P: Este lunes por fin verá su sueño hecho realidad con la apertura de su centro de belleza.
G.G: El Lunes será la fiesta privada y el martes ya estamos abiertos al público. Este proyecto es como tener un hijo, todo un parto con lo bueno y lo malo. Son muchas emociones juntas, trabajo, esfuerzo, cariño, ilusión…
P: No es la primera vez que tiene un negocio de estética.
G.G: El anterior se dijo que tenía alquilada una cabina en un local pero lo que realmente tenía era una colaboración societaria. Me incorporé como autónoma pero esta vez mi socia y yo hemos creado una empresa al cincuenta por ciento y además tenemos un local de 160 metros con muchos servicios. Hace años también monté otro negocio pero este es más mío porque es lo que me encanta hacer.
P: ¿Por qué el nombre de 'Duomar' a su negocio?
G.G: Me llamo MARlisse y mi socia MARibel y además somos dos mujeres que venimos de Sudamérica y estamos enamoradas del mar. Nos da la calma que todos necesitamos cuando queremos desconectar y buscas la paz y la tranquilidad junto al mar. Por eso nos gusta llamarlo así. Queremos que este local sea un sitio donde puedas desconectar del día a día y eso que estamos en pleno centro urbano.
P: Convertirse en empresaria no deja de ser una aventura a la hora de arriesgar capital. ¿Cómo se ha apañado?
G.G: En España hay facilidades con los préstamos ICO que hemos pedido y te aseguro que me he empeñado hasta las pestañas pero estoy feliz porque quería dar este paso y no quedarme con la duda toda la vida.
P: Tras el nacimiento de su hijo decidió montar el negocio en su domicilio para conciliar su vida familiar. ¿Ahora cómo va a hacer?
G.G: Mi bebé tiene nueve meses aunque está enorme y parece más. Para mí siempre será mi pequeñín y de momento no quiero llevarle a una guardería. Tengo una prima que vive conmigo y nos ayudamos mutuamente y así estoy tranquila cuando salga de casa porque se queda con alguien de mi familia.
P: ¿No siente añoranza de los suyos?
G.G: Mi madre vive en Paraguay con mis hermanas y sobrinos, ya que no tengo papá, pero en Madrid tengo cinco primos y una tía, así que no estoy tan sola.

"Tengo doble nacionalidad"
P: Después de 18 años viviendo en España se sentirá más de aquí que del Paraguay.
G.G: Tengo la doble nacionalidad y es verdad que me considero de Madrid. Es mi ciudad y reconozco que España me ha dado todo. Lo más bello mi hijo, por eso estoy muy agradecida a este país.
P: ¿Cómo fue su llegada a España?
G.G: Vine con la ilusión de terminar mis estudios de Odontología, que ya había comenzado en Paraguay. Ese sueño se truncó porque, de entrada, hasta los nueve meses no conseguí los papeles y al final cuando pude convalidar mis estudios no pude sacar tiempo para seguir porque ya estaba trabajado en todo lo que podía. De camarera, limpiando y cuidando niños, en bares de noche o en catering. Llegué a tener hasta cinco trabajos porque fueron unos principios complicados hasta que me pude abrir camino. Estudié higiene buco dental y trabajé cinco años en Adeslas y en la pandemia es cuando decidí instruirme en la técnica del masaje para lo que estuve en Filipinas aprendiendo. Luego estudié en una academia privada el microblending de cejas y tengo tres especialidades (cada curso como mínimo cuesta 3.000 euros) porque decidí invertir en mi futuro.
P: Hasta que un día se cruza con Bertín Osborne y le cambia la vida.
G.G: No me cambia la vida porque soy positiva e intento aprender hasta de las cosas malas. Fue una historia muy bonita. En ese tiempo trabajaba también como modelo tras formarme en una agencia.
P: ¿Entonces es verdad que se conocieron en una sesión de fotos de la firma El Capote?
G.G: Realmente nos conocimos antes en un evento de Ferrari. Lo de las fotos surgió después. Recuerdo que en ese acto donde nos vimos por primera vez yo alucinaba viendo cómo ligaba con todas las chicas. Le decía que estuviera lejos de mí y mira dónde hemos llegado (risas). Bertín hacía sus clásicas bromas y me pedía que me pusiera a su lado para que no se le acercara ninguna otra y yo le contestaba que como mucho le hacía una foto con sus admiradoras pero que conmigo no contara.

P: ¿Ese perfil de hombre conquistador no le interesaba?
G.G: Te aseguro que al principio estaba muy reacia. Lo que pasó fue que quedamos a cenar varias veces y a final surgió el feeling.
P: Entonces Bertín se lo tuvo que currar con usted.
G.G: Él sabe conquistar muy bien.
P: ¿Realmente cuánto tiempo han estado juntos?
G.G: Si cuento desde que nos conocimos serían dos años pero como pareja un tiempo después ya que no fue tan inmediato.
P: ¿Cree que Bertín ha sido el amor de su vida?
G.G: Para mí ha sido el amor más importante porque me ha dado al amor de mi vida que es mi hijo.
P: Quieran o no, su hijo será siempre el nexo entre ustedes.
G.G: Después del nacimiento de mi hijo hay un antes y un después en mi vida. Es un niño maravilloso y buenísimo y solo puedo estar agradecida con Dios a pesar de lo difícil que me ha resultado cómo se ha llevado todo.
P: Cuando dudaron en público de esa paternidad fue cuando decidió recurrir a la Justicia para luchar por sus derechos y los de su hijo.
G.G: He actuado con la sensatez que creo hay que tener en estas circunstancias. Desde que salí de mi casa con apenas 15 años no he dejado de luchar en la vida y así sigo. Por más que me caiga sé que tengo que levantarme. Fue muy duro porque se juntaron sensaciones muy fuertes. Con la maternidad se revuelven las hormonas y te hace especialmente sensible por lo que aún resultó más duro.
P: Además estaba enamorada de Bertín Osborne, quien terminó esa relación, y luego cuestionó esa paternidad.
G.G: Efectivamente, estaba enamorada. Imagínate.
P: ¿Hoy sigue enamorada?
G.G: He conocido el amor a través de mi hijo. Hoy solo estoy enamorada de mi bebé. No paro de mirarle y hasta parezco tonta pero si me preguntas por si estoy enamorada de un hombre te diré que no.
P: ¿Sueña con un final feliz para esta historia?
G.G: Ahora intento mantenerme de pie sin querer ilusionarme con que mi hijo tenga un padre que ejerza como tal. Esa idea me creaba mucha ansiedad y he pasado, bueno, estoy pasando, por una depresión que me ha abierto los ojos. Me encantaría que mi hijo pudiera tener una relación con su padre y con su familia y te aseguro que yo no haré nada para impedirlo. Saben dónde vivo y tienen mi teléfono. Pueden llamarme y venir a verle siempre que quieran pero hay una cosa que no voy a permitir y es que confundan a mi hijo. No vale que vengan y luego salgan de su vida. Tengo que protegerle porque no quiero que sufra.
P: ¿Ha invitado a Bertín a la fiesta de apertura?
G.G: Es absurdo que le invite, además él ya sabe que abro porque tenemos personas en común que se lo han dicho. Puede hacer lo que quiera porque te insisto que, por mi parte, no hay ningún problema. No pienso mantener una guerra estúpida que además afecta a mi salud mental y no quiero que nadie me robe la tranquilidad que necesito para cuidar a mi hijo.
P: ¿Ha acudido a terapia por su depresión?
G.G: Por supuesto. Llevo demasiado tiempo y lo que ahora practico es la empatía aunque haya personas que se confundan con esas reacciones.
P: Tengo la sensación que cuando tira de ironía en las preguntas que le hacen los reporteros por la calle muchos no entienden sus respuestas y de ahí que se generen tantos equívocos.
G.G: Muchas veces me río con esas preguntas y realmente tiro de ironía. Yo no doy esos titulares que luego me ponen lo que ocurre es que practico la empatía y no me gusta ir de borde por la vida ni ser maleducada. Alguna vez me he enfadado y he roto a llorar por la impotencia sobre todo al principio cuando escuchaba cosas muy duras contra mí. Me he sentido desbordada en muchas ocasiones y fue muy duro porque me sentí muy sola y sin el apoyo de Bertín que tanto necesitaba. Él sí está acostumbrado a este mundo pero para mí era todo nuevo. Es como cuando decían que había pactado reportajes y posados. Absolutamente falso. Una vez hubo un paparazzi que me engañó. Te lo juro por mi hijo. No lo entendía.
P: ¿Fue el famoso posado que decían hizo en la playa?
G.G: Efectivamente. Me engañó pero prefiero no hablar más de eso porque está en el juzgado y es ahí donde lo explicaré bien cuando llegue el día.
P: Muchos se preguntarán cómo hace una madre soltera que hasta la fecha no tiene ayudas con su hijo para montar un negocio en un local grande de uno de los mejores barrios de la ciudad. Siempre habrá quien piense que tiene alguien detrás.
G.G: La respuesta real es que tengo más agujeros que un colador en mi cuenta. Tengo préstamos ICO, otros personales. Estoy tirando como puedo. No me puedo quejar porque me va bien con mi trabajo pero ahora noto la diferencia con los gastos que conlleva sacar adelante a un hijo y que te aseguro son muchos.
P: Entiendo entonces que Bertín Osborne no está costeando nada del niño.
G.G: Absolutamente nada.
P: ¿Sigue creyendo en la Justicia o acabará realizando un pacto privado con Bertín para zanjar esta cuestión y retirar esa demanda de paternidad?
G.G: Comencé este proceso porque confío en la Justicia y además no tenía otra manera de demostrar la verdad y limpiar mi nombre por todas las cosas que dijeron de mí los que me cuestionaron. Todo seguirá en manos de la Justicia.
P: ¿Su amigo 'El Turronero' no está metido en su aventura empresarial?
G.G: Absolutamente no. Somos mi socia y yo. 'El Turro' ya tiene bastante lío con sus cosas y lo que sí le he asegurado es que le voy a cuidar con mis tratamientos para que esté bien.
Relacionados
- Así fue el bautizo del bebé de Gabriela Guillén al que no acudió Bertín Osborne: se celebró la pasada primavera
- Bertín Osborne ya ha conocido a su hijo con Gabriela Guillén, pero no ha sido en su bautizo
- Gabriela Guillén anuncia nuevo proyecto y Bertín se echa a temblar: "Estoy escribiendo mis memorias"