La misa de 12 de este pasado domingo en la parroquia de San Agustín reunió de nuevo en primera fila, como tantas veces había ocurrido en estos últimos años, a Cari Lapique con su yerno, Antonio Matos. Juntos ocuparon esa primera bancada de un domingo que no era el de siempre y que ya nunca será igual. A su lado faltaba la hija y la esposa, Caritina, Goyanes Lapique, y esa ausencia la lamentan cada minuto de sus días.
Pero tanto la madre como el viudo quisieron hacer lo que ella solía y nunca faltaba: rezar en la parroquia donde vivió una auténtica transformación tras apuntarse al grupo que dirige el párroco don Carlos en un retiro de Emaús. Caritina nunca escondió su fe y su familia no solo lo sabía sino que la acompañaba. Esa fe y esos rezos son hoy el apoyo que consigue sostenerlos y hacer que este momento sea algo más llevadero.
Unidos por el dolor y por el cariño de tantos años juntos como familia, suegra y yerno recibieron un cariñoso saludo del párroco y al final de la misa el de tantos conocidos o simplemente fieles de esa iglesia, que quisieron mostrarle sus condolencias. Desde la trágica muerte de Caritina la familia no ha parado de recibir esos apoyos y esas muestras de cariño. Antonio Matos se quedó un tiempo más charlando con tantos conocidos con los que había pasado muy buenos momentos junto a su mujer y es que ellos mejor que nadie son conscientes de la arrolladora personalidad de Caritina y de cómo la gente la quiere recordar y destacar todos los valores que tenía.
En eso están sobre todo todas las amigas que Caritina dejó en Emaús y que este martes también van a organizar una misa en su memoria en la misma parroquia. Desde que tuvieron noticia de la pérdida de su amiga, no han parado de pedir por su alma. Mañana también lo harán y cantarán las canciones que suelen alegrar esos retiros de encuentro con Dios y que fue un apoyo fundamental en la vida de la fallecida, como reconoció en algunas de las entrevistas que hizo desde hace ya más de cinco años.
Los miedos de la vida, las dudas ante el futuro de los hijos, la inconsistencia de muchas situaciones que la vida profesional hace vulnerables a tantos Caritina los supo gestionar desde que se reencontró con su Fe. De ahí que Cari y su viudo sigan en ese camino y acudan a esas mismas misas que su hija no solamente no se perdía, sino que era de las que participaba muy activamente.
Evidentemente hoy por hoy el futuro de sus hijos es la máxima preocupación tanto del viudo como de la abuela, al igual que de Carla Goyanes y los Cortina Lapique. Emprendedora y trabajadora, Caritina era socia de la empresa que creo de Catering, Sixsense, que estos días se ha encargado de la Vuelta ciclista España. Precisamente recordando la labor de su hermana y agradeciendo el apoyo que las grandes empresas y firmas siguen prestando a esa firma de Catering Carla Goyanes ha aprovechado su red social para dar las gracias y demostrar con ese mensaje que va a estar muy cerca y muy pendiente de que el sueño de su hermana siga creciendo y aumentando. Toda la familia quiere que ese proyecto no solo continué sino que siga creciendo y consiguiendo que Caritina esté muy viva y su trabajo sea al orgullo de sus dos hijos de 13 y 10 años. En eso está toda la familia.
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