75 años no se cumplen todos los días y si no que se lo digan a Richard Gere. El actor, que cumplió tres cuartos de siglo el pasado sábado 31 de agosto, reapareció este domingo en el Festival de Cine de Venecia para asistir al estreno de Wolfs, la cinta que George Clooney y Brad Pitt acaban de presentar con gran expectación en la Mostra.
Su paso por la alfombra roja no dejó indiferente a nadie. Especialmente por el comentado gesto que tuvo con su esposa, la empresaria y activista gallega Alejandra Silva, de 41 años, mientras los flashes disparaban hacia ellos.

El protagonista de Pretty Woman, para sorpresa de todos los presentes, se arrodilló ante ella y le cedió todo el protagonismo de su paso por Venecia. Para esta noche de cine, la publicista se decantó por un elegante vestido blanco impoluto de escote asimétrico y apertura pronunciada en la pierna. La gran sonrisa que esbozó cuando su marido hincó rodilla ante ella hizo el resto. Juntos desde 2015 y casados desde 2018, demostraron que siguen igual de enamorados que el primer día.

Richard y Alejandra no estuvieron solos, sino muy bien acompañados por Homer, el hijo de 24 años de la estrella de Hollywood. Al igual que su padre, Homer optó por un clásico esmoquin negro con camisa blanca y pajarita negra. Padre e hijo se volvieron a mostrar tan cómplices como en ocasiones anteriores, pues en los últimos meses ha sido habitual verles juntos en otra citas como el Festival de Cannes.

El joven, que nació fruto del matrimonio del actor con la ex modelo y actriz Carey Lowell, también hace buenas migas con la mujer de su padre. Horas antes también posaron juntos en la Gala amfAR, cita para la que Silva lució un vestido de malla semitransparente con detalles florales azul marino.