Gran verano para la hija de Cayetano Rivera y Blanca Romero. La modelo de solo 25 años, confesó hace unos meses haber sufrido serios problemas de ansiedad y depresión que la obligaron a alejarse temporalmente del foco mediático. Ya recuperada, espléndida, Lucía Rivera comparte esta felicidad con su nuevo novio, Fernando Wagner Sampol, con el que ha disfrutado de unos días en Mallorca. Con él, la joven ha roto una de sus reglas de oro, la discreción, y ha presumido de amor y pasión en pleno Mediterráneo.

"Tengo el corazón contento". Así anunciaba Lucía su llegada a Mallorca el pasado día 13. Aquí, en Palma, reside su novio, un broker inmobiliario que desciende del mismísimo Alfonso X El Sabio y con el que lleva saliendo unos meses. La modelo está feliz a su lado y ha compartido un carrusel de imágenes en el que se les ve cómplices y enamorados, besándose mientras disfrutan de un baño o navegan en barco. "Me apetecía subir fotos de este verano. Solo de pensar que se acaba me dan ganas de llorar", ha escrito.


Esta vez, por suerte, llora de felicidad. Hace no mucho, la vida era más oscura y triste para Lucía. El pasado mes de octubre, publicó su primer libro, Nada es lo parece, en el que confesaba el infierno que había atravesado por sus problemas de salud metal: "Hay muchos momentos en los que la ansiedad vuelve y me agarrota, otros en los que no me puedo levantar de la cama y me aíslo, o pienso que soy lo peor del mundo". Continúa en terapia y asume que tendrá que aprender a vivir con esos problemas: "Aunque la depresión durante la juventud la veamos lejana, puede estar más cerca de lo que creemos si no nos cuidamos. Si no conocemos bien esta enfermedad, en cualquier momento puede venir a buscarnos".
Ahora, Lucía celebra una nueva etapa más madura y tranquila. Eso sí, tan guapa como siempre, porque la hija de Blanca Romero siguió los pasos de su madre y se ha hecho su propio nombre en el mundo de la moda, donde es imagen de importantes marcas. Estos días luce tipazo en Mallorca con mini bikinis, algunos tan 'minis' que casi le dejan un pecho al aire en este sexy posado desde la proa del barco.
