En diciembre se cumplirán dos años de aquella portada de Isabel Preysler (73) anunciando su ruptura del Premio Nobel de Literatura tras una escena de "celos infundados". Mucho ha llovido desde entonces. Mario Vargas Llosa (88) se apresuró en retomar la relación con la madre de sus hijos, tal y como estos deseaban, pues ni Álvaro ni Gonzalo ni Morgana encajaron nunca bien su relación con la reina de corazones. Para ellos fue toda una celebración la ruptura y posterior reconciliación con Patricia (79), la mujer que les dio la vida.
Las nuevas noticias sobre el escritor llegan después de que haya despertado, nuevamente, preocupación por sus problemas de salud. Todo tras ser visto caminando con dificultad por las calles de Madrid. La semana pasada, la familia se encargó de desmentir las informaciones a golpe de fotografía.
Al comentario de un internauta que decía así: "Álvaro, nos preocupa la salud del famoso Mario Vargas Llosa, tu padre, a quien vimos caminando solo y muy enfermo. Ustedes como familia no han dicho nada", su hijo Álvaro respondió: "Muchas gracias, pero son otras las cosas que deberían preocuparlo a usted. Él está bien y, claro, en inmejorable compañía".
Acompañó el texto con una fotografía en la que aparecen su padre y su madre, tomando un refrescante baño. El autor de La fiesta del Chivo, con bañador azul estampado, aparecía descansando en el regazo de su esposa. En otra de las imágenes que compartió, el Nobel también chapoteaba en la piscina.
A este goteo de informaciones sobre su estado de salud se suma lo que este miércoles publica la revista Lecturas en su interior. El semanario asegura que Mario, en esta etapa de su vida, no quiere ni oír hablar de Isabel y que el tema de su exnovia es completamente "tabú" en su familia. Ni una palabra se dice al respecto sobre ella en sus paredes, como si los ocho años que compartieron juntos no hubieran ocupado un papel importante en su vida.
Ocho años en los que estuvo alejado de Patricia, que le terminó abriendo las puertas de la reconciliación en un giro inesperado. Aunque, aseguran, "no son el mismo frente unido que eran antes de que Mario se fuera con Isabel". Quizá, a estas edades, lo que se busca es la compañía y la conversación.
