Los catalanes votaron el pasado 12 de mayo en las urnas en el marco de las elecciones catalanas, que se saldaron con la victoria del PSC y el batacazo de ERC. Un resultado por el que el presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, anunció su dimisión como diputado. Por su parte, el candidato socialista a la presidencia, Salvador Illa, hizo historia: con el 28,3% de los votos, traducidos en 41 parlamentarios, podría liderar un tripartito de izquierdas. Eso sí, pase lo que pase, a su lado estará Marta Estruch, su mujer.
De la esposa de Salvador Illa se conocen pocos detalles, pues no aparece en actos públicos ni ha hecho campaña con su marido porque no va a los mítines. Tampoco tiene presencia en las redes sociales. Asimismo, el ex ministro de Sanidad tampoco suele hablar de su familia, aunque en febrero de 2021 hizo una excepción. "Dedico esta victoria a mi mujer y a mi hija", dijo en su comparecencia ante la prensa tras ganar las elecciones en Cataluña, empatado en escaños con ERC y tras desvincularse del ministerio que encabezó durante la pandemia de la covid-19. En ese momento, Estruch lo apoyaba desde su casa en Roca del Vallès, donde vive con la hija de Illa, fruto de su primer matrimonio.
De su trabajo a sus amistades
La que ya es considerada como 'primera dama del PSC' trabaja en el departamento de Marketing de la multinacional Nestlé, ubicada en el municipio catalán de Esplugues de Llobregat. Curiosamente, en esta empresa comparte tiempo con Ana Urdangarin, la hermana de ex duque de Palma y exmarido de la infanta Cristina, Iñaki. Se desconoce cuál es su relación más allá de ser compañeras de trabajo, aunque sí sabemos que es amiga de Begoña Gómez. Según recoge El Cierre Digital, es íntima de la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Religiosa y seguidora del Papa Francisco
Más allá de su faceta profesional, a Estruch también la define su fe. Al igual que Illa -juntos suelen ir a misa en la localidad barcelonesa de La Roca del Vallés-, es creyente y afín al Papa Francisco, algo que quedó claro en su visita al Vaticano el pasado 7 de marzo para tratar el tema de la convivencia en Cataluña. Por aquel entonces se había aprobado la ley de Amnistía en el Congreso de los Diputados. Su encuentro con el Sumo Pontífice fue su segunda aparición pública tras la gala de la entrega de los últimos Premios Ondas, el pasado noviembre. Allí posó discretamente en la alfombra roja en el Liceo barcelonés.