La tertuliana de Mediaset está en el ojo del huracán desde que saliera a la luz su relación con Carlo Costanzia. A pesar de los obstáculos y las críticas, Alejandra Rubio y el actor italiano han decidido apostar fuerte por su noviazgo y prueba de ello es que Terelu, como desvelamos en exclusiva desde Informalia, ya les presta su casa de Málaga para que disfruten del romance lejos de los focos y el estrés en Madrid.
Este fin de semana, sin embargo, la nieta de María Teresa Campos no ha tenido más remedio que quedarse en la capital. Y es que su madre, Terelu, tuvo que ser ingresada en la Fundación Jiménez Díaz el pasado sábado aquejada de una neumonía, tal y como avanzamos en primicia. El equipo médico decidió mantenerla en observación, por lo que familia y amigos han estado pendientes de su evolución.
El caso, por fortuna, no revestía gravedad y prueba de ello es que Alejandra no canceló sus compromisos profesionales en televisión. De hecho, este martes, pocas horas después de que Terelu fuera dada de alta y abandonara el hospital para seguir recuperándose en casa, su hija ha estado en el centro de la capital haciendo unos recados. Alejandra ha visitado una farmacia y fuentes de toda solvencia nos aseguran que la joven, de 23 años, parecía preocupada. Vestida con un 'total black' de vestido mini y botas altas, ha salido del establecimiento con sus test en una bolsa de papel oscuro.
Terelu y su salud
Este miércoles se cumple un mes desde las famosas imágenes de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia comiéndose a besos en un centro comercial de Madrid. La portada de la revista Semana desveló la relación entre el hijo de Mar Flores y la de Terelu Campos, que hasta ese momento compartían sus vidas con dos personas ajenas al mundo de los medios de comunicación (ella con Carlos Agüera, él con Jeimy Báez).
Los protagonistas se mostraron esquivos ante las primeras preguntas de la prensa pero después decidieron vivir la situación con naturalidad y admitir que habían empezado a salir juntos. A Terelu, según su círculo, no le hizo demasiada gracia pero no tuvo más remedio que aceptar la decisión de su hija y apoyarla públicamente: "Confío en ella", dijo. Quizás ahora que debe guardar reposo pueda llenar sus horas tejiendo patucos...