Carlo Costanzia monta un escándalo en casa de su ex novia: "Estaba fuera de sí"

El hijo de Mar Flores ha rehecho su vida con Alejandra Rubio y ya disfruta de rutinas y escapadas malagueñas con la hija de Terelu. Sin embargo, todavía tiene cuentas pendientes con su ex, Jeimy, y trató de saldarlas este miércoles de la peor manera. Según la joven, Carlo Costanzia se presentó en su casa sin avisar con la intención de subir y recoger algunas de sus cosas. Ella se lo impidió y el actor italiano desató su ira: "Estaba fuera de sí".

Jeimy ha contado en el programa de Ana Rosa que no le abrió la puerta de casa y él comenzó a insultarla desde la calle: "Yo no quiero verlo ni hablar con él y empezamos a discutir. Yo estaba en el balcón y él en la calle. Estaba fuera de sí. Gritaba cosas muy feas hacia mí y hacia mi familia", ha desvelado. "Nunca se había puesto así conmigo. Se pasó bastante. Le dije que si no se marchaba llamaría a la policía y se fue". Sin embargo, la historia no quedó ahí: "Un poco después, me llamó por teléfono para pedirme perdón. Me dijo que solo quería hablar las cosas tranquilamente, que lo sentía, y llamó también a mis padres para disculparse", ha contado.

Jeimy afirma que solo quiere pasar página y olvidar a Carlo de una vez por todas: "Yo no me niego a darle sus cosas, pero él solo quiere lo que le interesa y no se hace cargo de lo demás. Vino a por unas gafas y un reloj que yo ni siquiera tengo aquí. Solo viene a mi casa para montarme el pollo". Y añade: "Que llame a mi madre para recoger sus cosas, yo no quiero saber nada de él".

Un año de amor

Hay que recordar que Carlo y Jeimy mantuvieron un noviazgo durante un año, hasta el pasado 23 de enero, cuando la joven catalana echó al actor de su casa tras descubrir una serie de infidelidades. La situación se complicó tanto que la policía se personó en su domilicio y ella terminó en el hospital.

Jeimy relató que su noviazgo con el hijo de Mar Flores había sido muy complicado debido a los problemas judiciales y familiares del chico, que lleva una pulsera telemática por una condena de prisión, ahora en libertad vigilada. De hecho, tras abandonar la casa de Jeimy, en la que estaba domiciliada la pulsera, Carlo se vio obligado a pernoctar de nuevo en el centro de reinserción social.

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