Luis María Anson relata la trágica muerte del hermano de Juan Carlos I: "Llevé el cadáver de don Alfonsito al cementerio"

El viernes 30 de marzo de 1956, Francisco Franco ordenó que la embajada española en Lisboa emitiera un comunicado: "Mientras su Alteza el infante Alfonso limpiaba un revólver aquella noche con su hermano, se disparó un tiro que le alcanzó la frente y le mató en pocos minutos". Alfonsito tenía 14 años y Juan Carlos 18. La tragedia marcó la historia de nuestra monarquía, y, aunque muchas teorías giran todavía en torno a lo que sucedió entre los hermanos, hay quienes dicen saber la verdad. Es el caso de Luis María Anson.

El periodista, que este jueves cumple 90 años, ha concedido una extensa entrevista a El Español en la que ha hablado, entre otras cosas, sobre la Casa Real española, y entre los temas que ha abordado esta la muerte de Alfonso de Borbón. "Conozco eso a fondo. Entre otras cosas porque estuve en Estoril llevando el cadáver de don Alfonsito al cementerio". Créeme que te cuento exactamente lo que pasó", avanza en su conversación.

El exdirector del periódico ABC mantiene desde hace décadas muy buena relación con el rey emérito, al igual que ocurría con su progenitor, Don Juan. Poco antes de ocurrir la tragedia había estado jugando una partida de ping pong con Alfonsito. Según él, su hermano ya había recibido avisos de su padre de que tuviera cuidado con la pistola que recibió de la Academia. La llevó a Estoril, donde disparaba a los árboles. "No puedes hacer eso. Imagínate que se te va un tiro y hieres o matas a alguien", le dijo Don Juan al joven, que le pidió más tarde la pistola a su madre "para disparar en Cascais". Esta dudó en entregársela, pero finalmente lo hizo. "Luego se intoxicaría de alcohol, pobrecita, y la tendría que atender López Ibor".

Según el fundador de La Razón, todo comenzó cuando el joven Juan Carlos le pidió a su hermano que subiera "unos bocadillos de tortilla" a la habitación donde estaban jugando. "Cuando Alfonsito regresa e intenta entrar, don Juan Carlos le da una patada a la puerta para impedirlo. Así dos o tres veces. Alfonsito entra en tromba. A don Juan Carlos, que tenía esa pistola de salón y suave gatillo en la mano, se le dispara el arma. El tiro le entra por la frente", afirma. Cuando su padre escuchó el disparo, se dio cuenta de lo que había pasado "en el acto". "Ha pasado lo que me temía", se dijo. Y, aunque intentó socorrer al pequeño, este ya "ya estaba muerto".

La reacción de Juan Carlos fue encerrárse. "Bajó, vio la tragedia, subió a su cuarto y se encerró. Antonio Eraso, que era amigo suyo, se presentó allí. Después de verle, le dijo a don Juan: 'Estoy muy preocupado, señor. No se imagina en qué circunstancias está. Me ha dicho que se mete cartujo'. Don Juan le dijo que bajara. Una escena terrible. Cogió la mano de don Juan Carlos, la puso en el pecho de don Alfonsito y le dijo: "Vas a jurar sobre el pecho de tu hermano muerto que vas a cumplir con tus obligaciones dinásticas". Y lo juró. Esta es la historia real".

En defensa de Letizia

Anson explica que, desde aquello, la tristeza invadió la vida del padre de Felipe VI. "Don Juan Carlos tenía una mirada muy alegre. La perdió y nunca la recuperó. En cuanto se queda quieto, le sale esa sombra de tristeza en los ojos. Lo contaba muy bien su preceptor, Eugenio Vegas Latapié. Don Juan Carlos adoraba a su hermano pequeño. Una tragedia. Ahora, después de tanto tiempo, empezamos a contar estas cosas...", apunta en su charla, en la que también ha mencionado a Doña Letizia, cuya llegada a la Casa Real fue "una bendición". La conoció cuando era becaria en el ABC y, desde entonces, se ha encontrado con ella en varias ocasiones.

La defiende del odio que la acecha desde que se casara con Don Felipe. "Él había tenido tres o cuatro novias antes. Se dio cuenta de algo muy importante: hoy, el matrimonio de Estado tiene que ser matrimonio de amor porque si no el pueblo lo rechaza. Eso no pasaba hace cien años. Al mismo tiempo, la persona elegida debe tener talento y capacidad para representar ese papel. Don Felipe se casó por amor y con una reina excelente. Les dieron seis meses. Luego los redujeron a tres".