Cuando se cumplen dos años del fallecimiento de Jaime Ostos, este sábado se inaugura en la localidad sevillana de Écija el monolito situado en la rotonda que llevará el nombre de 'Jaime Ostos Carmona', al que la ciudad natal del matador astigitano considera uno de sus grandes personajes.
Los votos del Partido Popular y de Vox hicieron posible que el ayuntamiento de Écija aprobara la propuesta presentada hace un año por algunas asociaciones taurinas. En este homenaje se producirá también el polémico reencuentro de la doctora María Ángeles Grajal, viuda de Ostos, y su hijo Jacobo, con Gabriela y Jaime, los dos hijos mayores del matador, nacidos de su matrimonio con Consuelo Alcalá, la empresaria que relató, hace años en algunos platós de televisión, graves acusaciones de maltrato contra su ex marido.
Se dice que es posible que asista también al homenaje la propia Consuelo Alcalá, ya que sus hijos afirmaron en algún espacio de cotilleo que su padre seguía enamorado de su primera esposa, a pesar de que Ostos contaba siempre que detestaba a su primera mujer y que jamás le perdonaría haberle tachado de violento.
En los últimos días, la herencia del torero ha sido motivo de encendidos debates televisados entre los hijos mayores y Jacobo Ostos Grajal. Gabriela asegura que fue este verano con un camión a recoger enseres de su padre, ya que su viuda no había hecho el reparto de los bienes: "Solo me llevé una mesita, un busto y poco más, lo habían vaciado todo", dijo.

Lo cierto es que los hijos tardaron un año y medio después del fallecimiento de su padre en acercarse a la casa donde había vivido el torero, aunque la doctora siempre afirmó que la puerta estaba abierta para ellos. Un chalé que la neumóloga puso a la venta durante meses hasta que, como adelantamos en primicia, por fin encontró un comprador que ofreció 650.000 euros por la propiedad. Jacobo Ostos afirma rotundo que no había nada valioso que heredar. "Mi padre solo tenía una pensión; era mi madre quien tiraba de las riendas económicas de la familia", asegura.
La doctora nos asegura que en ese posible choque de trenes del próximo sábado ella se mantendrá tranquila y en su sitio, eludiendo el enfrentamiento con los hijos de Jaime y su anterior esposa, si finalmente se presentara. Además María Ángeles, que ha eludido entrar públicamente en la polémica, asegura a Informalia que todo lo que había en aquel chalé era suyo, excepto objetos taurinos o trofeos de su marido. "Y por supuesto no habia ningún Picasso", añade, refiriéndose a un supuesto dibujo que el artista malagueño habría regalado a Jaime Ostos, al que admiraba cuando le veía torear en las plazas del sur de Francia. "Nadie vio nunca en mi casa ese dibujo de Picasso, ni nadie ha hablado jamás de esa obra", insiste la doctora, contradiciendo a los hijos mayores, que hablan de un dibujo valorado en una fortuna, del que les habría hablado su padre, aunque jamás lo habían visto.
Grajal acaba de superar un grave episodio de salud por una obstrucción circulatoria en una pierna, ha vuelto a su consulta y estará al sábado en Écija como esposa del torero. La doctora mantiene desde hace meses una relación con el empresario José Gandía, quien fuera muy amigo de Ostos, que ha estado pendiente de ella en estas semanas de convalecencia.
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