Gabriela Guillén era una completa desconocida hace apenas unos meses. Pero tras salir a la luz que tuvo una relación con Bertín Osborne, y sobre todo tras quedarse embarazada del cantante y tener a su hijo, se ha convertido en protagonista de la crónica social.
Gabriela, de 31 años, ha pasado los últimos meses de su embarazo sola, asumiendo su maternidad en solitario. La inconcebible entrevista de Bertín Osborne, en la que, a sus 69 años, dice barbaridades como que no va a ejercer de padre de ese niño que él engendró, la ha dejado completamente hundida. Gabriela Guillén es una mujer fuerte y lo ha demostrado durante todo este tiempo, pero ver cómo habla de ella el ex marido de Fabiola ha sido devastador para ella. Lo que le ha destrozado es lo que afecta a su hijo, que cuando pueda hacerlo leerá lo que su progenitor decía de él solo tres días después de que su madre le trajera al mundo.
Ella esperaba que, a pesar de la distancia de los últimos meses, cuando naciera el bebé, Bertín recapacitara y se le ablandara el corazón, pero se ha dado cuenta de que, en esa historia que vivieron, ella fue la única enamorada. Por eso ahora no quiere saber absolutamente nada de él. "La exclusiva de Hola ha sido un mazazo para ella. Se ha quedado hecha polvo, pero ella sabe que puede sacar adelante a su hijo y es lo que va a hacer. No necesita a Bertín para eso. Ella tiene su trabajo, su dinero y es muy responsable", nos dice alguien de su círculo cercano.
No habrá prueba de paternidad
Además, esta misma persona nos confirma que después de leer la exclusiva, Gaby no está dispuesta a hacerse ninguna prueba de paternidad ni siquiera para reclamarle lo que, por ley, como padre, le correspondería al cantante. Y que está tan dolida que ni siquiera le ha cogido el teléfono a Bertín cuando él la ha llamado. "Ahora de verdad que no quiere saber absolutamente nada de él. Allá él y su conciencia. Gabriela tiene clarísimo que él es el padre. No necesita hacerse ninguna prueba y mucho menos para que él, como dice en las páginas del semanario que le ha pagado por decir cosas que le dejan muy mal, ejerza como tal o que 'ayude' en la manutención. Es que no le necesita para eso. Por eso ni se ha molestado en contestarle. No quiere hablar con él. Por lo menos, de momento", nos dicen.
Bertín, por su parte, ha pasado estos días, desde el 31 de diciembre, día en el que vino al mundo el pequeño, en su finca de Sevilla. Ni siquiera ha salido de ella para asistir al funeral de su amigo Arévalo, que falleció de manera repentina el pasado miércoles 3 de enero. La razón es de peso: Bertín tiene Covid y eso le ha mantenido en la cama con fuertes síntomas. Ahora está por ver si tras recuperarse decide viajar a Madrid para intentar conocer a su séptimo hijo.
Gaby, por el momento, tampoco ha hablado mucho pero se especula con la posibilidad de que lo haga a través de una exclusiva. Según ha podido saber Informalia, las ofertas están sobre la mesa. Otra cosa es que ella todavía no se haya decidido. Prefiere esperar unas semanas para estar más recuperada y no hablar en caliente para no decir cosas de las que luego pudiera arrepentirse.
Un parto muy complicado
El parto no fue todo lo bien que esperaba ya que, según ha contado a una amiga, ella y el pequeño estuvieron a punto de morir. Así que, de momento, está en su casa, con su madre, que ha viajado desde Paraguay al cuidado de su pequeño, que "es lo más grande que tiene", según ha dicho. De momento se desconocen el nombre y el sexo de la criatura pero no creemos que la madre elija ni el de Norberto ni el de Norberta si es niña.
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