Rodolfo Sancho ya está en España y de camino a Fuerteventura, donde vive con su mujer, Xenia Tostado, y la hija de ambos, Jimena, de ocho años. Cerca de las nueve de la mañana de este domingo 10 de septiembre, el actor ha reaparecido en el aeropuerto Madrid-Barajas con su abogado Marcos García Montes.
Después de pasar una semana en Tailandia gestionando la defensa de su hijo, Daniel Sancho, y de acudir a verle a la prisión de Koh Samui hasta en tres ocasiones, el conocido intérprete ha pisado suelo español. Ante las cámaras ha imperado su semblante serio. Se ha resistido a contestar a las preguntas de los compañeros y ha llegado a espetar un malhumorado: "Qué pesados macho, de verdad".
"Ya dije que no iba a hablar más, ya está", ha recalcado. El protagonista de El Ministerio del Tiempo ha dicho también, tras la pregunta de un reportero: "Ya te he dicho que no voy a hablar, tío, ya te lo he dicho". Al mismo tiempo, ha explicado que para cualquier consulta "podéis hablar con Carmen y Ramón", los representantes del despacho criminólogo que contrató y que están autorizados para hablar de la polémica. Considera que esto es "compatible" para que no le pregunten a él por el caso de su hijo.
El hijo de Sancho Gracia tampoco ha respondido a las preguntas sobre Silvia Bronchalo, la madre de Daniel, que todavía permanece en el país asiático: "Qué pesados de verdad". Sobre el cambio de abogados del que se ha hablado estos días por la otra parte, ha contestado: "No sé, pregúntaselo a ellos". Tampoco ha desvelado si volverá a Tailandia a finales de mes.
El protagonista de Isabel ofreció sus primeras declaraciones tras la detención de su hijo este miércoles 6 de septiembre desde la cárcel de Koh Samui. Fue muy criticado por su actitud ante la prensa. Al día siguiente, alegó que su prepotencia era fruto del complicado momento que atraviesa. Tras visitar a su hijo por tercera vez el pasado viernes, Sancho anunció que regresaría a España porque su presencia en el país asiático podría resultar perjudicial para la defensa de su hijo, que confesó el asesinato y descuartizamiento al cirujano colombiano Edwin Arrieta.