La Real Federación Española de Fútbol, cuya presidente era el propio Luis Rubiales, ha lanzado por fin unas palabras de disculpa por el escándalo planetario que estalló tras su vergonzoso comportamiento en la final del Mundial de Sídney. Este perdón se sincroniza este martes 5 de septiembre con la destitución de Jorge Vilda como entrenador de la Selección femenina.
Las disculpas llegan ahora, a través de Pedro Rocha, nuevo presidente interino y sucesor de Rubiales. La RFEF considera "imprescindible" solicitar "las más sinceras disculpas al conjunto del fútbol mundial, de las instituciones del fútbol (FIFA, UEFA, FN), de los y de las futbolistas por el comportamiento totalmente inaceptable de su máximo representante institucional durante la final y en los momentos posteriores, que no responden en absoluto a los valores del conjunto de la sociedad española, de sus instituciones, de sus representantes, de sus deportistas y de los dirigentes del deporte español", reza la nota. En el comunicado de Rocha se hace mención expresa a "las jugadoras de la Selección Española de Fútbol y de la selección inglesa de Fútbol", a los agentes implicados en el fútbol y "a los aficionados de todo el mundo".
La federación ha destacado que la sociedad española es "un ejemplo de tolerancia y de civismo" y, también, "un ejemplo de comportamiento y de decoro deportivo"; y lamenta que estos valores "se hayan visto empañados" por la actuación de Luis M. Rubiales.
Y concluye "para que quede claro" que esta postura fue la del señor Rubiales, no la de la RFEF: "Nos sentimos especialmente apenados y avergonzados por el dolor y la angustia adicionales que esto ha causado".
El perdón llega un día después de que Álvaro Morata y los otros capitanes de la Roja hayan tardado 15 días en calificar de "inaceptables" los comportamientos de Rubiales tras la victoria de sus compañeras en el Mundial. Un mensaje de apoyo lanzado este lunes 4, con mucho retraso, y que ha sabido a poco.
