Este 2 de septiembre se cumplirá un mes del asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta a manos, según él mismo confesó, de Daniel Sancho. El hijo de Rodolfo Sancho está en prisión provisional desde el pasado 7 de agosto y a la espera de juicio. La policía tailandesa desveló que pedirán para él la pena capital al concluir que fue un "asesinato premeditado".
La familia de la víctima, por su parte, ha hecho un desesperado llamamiento: "Queremos traerle a Colombia". La hermana del médico cirujano, Darling Arrieta, ha contado que su "dolor" se hace "más grande" cada día al no poder enterrarle.
"Esto es horrible porque todos los días nos levantamos sabiendo que el cuerpo está allá, que su cuerpo está allá y que no le hemos podido dar cristiana sepultura como cristianos que somos", ha dicho Darling entre lágrimas en una entrevista con el Canal RCN.
"Mi mamá pide que le entreguen las cenizas, ella no quiere el cuerpo, quiere las cenizas. Ya mi mamá le compró un osario. Ella ya tiene el sitio donde vayan a traer a mi hermano. A mi mamá, ese dolor se le hace más grande. Es una cruz bastante pesada", se ha lamentado.
Aunque entienden que "hay unos informes que tienen que dar las autoridades tailandesas", reclaman que se agilicen los trámites. "Queremos y pedimos a la chancillería, a la embajada, al Estado colombiano a través del Ministerio de Relaciones Exteriores que, por favor, agilicen, que sean más cortos los tiempo. Aquí prima el derecho moral de la familia", explica, además de insistir en que no quiere que el crimen de su hermano "no quede impune".
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