Daniel Sancho ha cumplido su cuarta noche en la cárcel de Koh Samui tras confesarse como autor del asesinato y descuartizamiento del cirujano Edwin Arrieta. El hijo de Rodolfo Sancho está bajo prisión provisional y la policía tailandesa asegura tener "suficientes pruebas" para acusarle de "asesinato premeditado", crimen que puede ser castigado con la pena capital.
Según recogió Bangkok Post, refiriéndose a la declaración policial del joven de 29 años, Daniel empezó a planificar el crimen después de que el médico colombiano, que tenía 44 años, supuestamente le amenazara con publicar imágenes sexuales de ambos para provocar un escándalo mediático en España y hundir a su familia.
Una versión que habría dado también su abogado, Khun Anan, al juez que instruye el caso. "En realidad, él era la víctima del cirujano. Había sido presionado e intimidado por el otro. Estaba preocupado por la seguridad de su familia. Así que tuvo que... El colombiano tiene parientes mafiosos y también tiene dinero. Dice que es capaz de contratar a cualquiera para hacerle daño a él y a su familia", dijo el experto penalista contratado por la familia de Sancho, según desveló el programa Código 10.
Ahora, el entorno de Edwin ha respondido a estas declaraciones y ha negado que su familia tenga algo que ver con la mafia. "Edwin no tiene familia problemática ni el entorno de Edwin tiene familia narcotraficante. No, no pueden tergiversar eso porque tenemos el estereotipo de colombiano mafioso", ha afirmado Carlos Zuleta, amigo íntimo del médico, en una entrevista con el periodista Miguel Frigenti.
Además, Carlos, que es colega de profesión del fallecido, ha reclamado que no se debe poner el foco en si Edwin y Daniel son o no homosexuales. "Están tratando de tergiversar el tema de si era homosexual o no. No veo ni por qué tienen que hablar de ese tema. Eso no tiene por qué ser un título para que lo asesinen. Eso tiene que ser indiferente. Yo en los 25 años que conocí a Edwin nunca le vi en una relación con un hombre, nunca. Ni nunca me lo dijo", explica.
Al igual que Darling y Leobaldo, hermana y padre de Edwin, Zuleta no quiere que condenen a Daniel a pena de muerte, sino que "le caiga todo el peso de la ley en Tailandia". "Voy a hacer lo que tenga que hacer para que se haga justicia, porque si no, este tipo está en Madrid en dos años como si no hubiera pasado nada. Edwin ya no está y somos nosotros los que estamos alzando la voz por él porque no tiene otra voz", concluye el amigo del médico.
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