Alessandro Lequio, desde la muerte de su hijo, ha tenido una postura muy opuesta a la de Ana Obregón a la hora de hablar sobrellevar el duelo. Mientras que la actriz sí que ha hecho múltiples declaraciones e incluso ha publicado un libro, el italiano se ha limitado a compartir escuetos post en Instagram y hablar en el programa donde colabora cuando no le ha quedado otro remedio.
"De mi hijo he decidido no hablar porque a él no le gustaría que lo hiciese. Ni de él ni de nada cercano a él", ha señalado en El Mundo. "No puedes hacer nada para evitarlo, tienes que aprender a convivir con ello. Lo absurdo es esa gente que rentabiliza la fama, pero luego quiere tener sus horas de libertad. La popularidad es un trabajo a tiempo completo, no hay vacaciones ni días libres", ha explicado el aristócrata.
"Lo que me parece tremendo es que digan que es una historia maravillosa. Que haya muerto un niño de 27 años no es maravilloso. Es una historia de terror, y del peor de los terrores", dijo cuando Obregón publicó El chico de las musarañas.
Declaraciones que llegaron después de que la bióloga anunciara el nacimiento de Ana Sandra, su nieta, a través de la gestación subrogada. La presentadora empleó el esperma de su hijo fallecido para cumplir con "su última voluntad", que, según Ana, era la de ser padre incluso después de su muerte.