El fallecimiento de Sinéad O'Connor a sus 56 años ha conmocionado al mundo del espectáculo. La cantante fue hallada muerta por la Policía de Londres en su casa de la capital británica este miércoles y aún se desconocen las causas. El tribunal forense londinense confirmó que hará una autopsia a su cuerpo para esclarecer los hechos.
La artista, que estaba sumida en una profunda tristeza desde hace un año y medio por el suicidio de su hijo Shane, de 17 años, dejó instrucciones claras para proteger su legado en caso de morir.
Su prioridad no era que llamaran al teléfono de emergencias, sino que primero le informaran a su contable. "Desde pequeños les fui diciendo a mis hijos que, si su madre caía muerta mañana, antes de llamar al 911, llamen a mi contable y se aseguren de que las compañías no empiecen a lanzar mis discos y no les digan dónde está mi dinero", confesó en una entrevista con People hace dos años.
"Cuando se mueren los artistas, se vuelven más valiosos de lo que eran cuando estaban con vida. Se vendieron más discos después de la muerte de Tupac Shakur que los que él editó estando vivo, y eso es algo desagradable que hacen las discográficas", explicó en aquel momento Sinéad.
La intérprete de Nothing Compares 2 U se casó cuatro veces y fue madre de cuatro niños. Shane, que como decíamos murió en 2022, fue fruto de la relación que mantuvo con el cantante de folk Dónal Lunny. Jake Reynolds, con su primer marido, el productor John Reynolds; Róisín Waters, con John Waters, columnista de The Irish Times, y Yeshua Francis Bonadio, hijo de su ex Frank Bonadio.