El expresidente socialista de la Junta de Andalucía ha solicitado a la Audiencia de Sevilla, que este jueves habilitó diez días para su ingreso voluntario en prisión, que suspenda tal requerimiento de ingreso en la cárcel alegando una enfermedad grave sobrevenida.
Se trata de un "cáncer de próstata" que el propio abogado de José Antonio Griñán ha confirmado a TVE y que, dado su avanzado estado, tiene un "imposible tratamiento en la cárcel".
Después de que la Sección Primera de la Audiencia desestimase su recurso de súplica a la denegación inicial de su petición de suspensión de la pena de cárcel de seis años y un día, la defensa del marido de María Teresa Caravaca esgrime que es posible dictar la suspensión de la privación de la pena de cárcel sin requisito alguno en caso de que el penado esté aquejado de "una enfermedad muy grave con padecimientos incurables".
Todo ello, después de que el ex viceconsejero de Empleo Agustín Barberá, también condenado, esgrimiese argumentos similares y la Audiencia accediese a suspender temporalmente la ejecución de su pena de cárcel.
Petición inicial
Este jueves, la Audiencia desestimó los recursos de los condenados por el 'caso ERE' y requirió a siete de ellos, entre ellos el expresidente de la Junta de Andalucía. En su recurso de súplica, Griñán pedía "fijar un plazo prudencial mayor que el de diez días acordado, para el comienzo del cumplimiento de la ejecución de la pena privativa de libertad", proponiendo en concreto "tres meses", para "evitar un cumplimiento (de la pena de cárcel) que pudiera ser fallido, indebido innecesario o improcedente". "Porque lo que es innegable es que si fuera concedido el indulto parcial o estimada la cuestión de nulidad por la que se interesa la reducción de la pena a dos años, el ingreso en prisión que se ordena resultaría fallido, indebido o improcedente, es decir, innecesario", exponía su defensa.
Sin embargo, la Audiencia rechazó de plano esos argumentos e indican que, en el caso del recurso de súplica de Griñán, "ninguna razón existe para un aplazamiento (a tres meses) del cumplimiento de la pena privativa de libertad, carente de apoyadura legal y que supondría un agravio comparativo al resto de los penados y una decisión arbitraria carente de justificación".
"No en vano, la duración de las sesiones del juicio se prolongaron durante un año, dada la complejidad del asunto, además del tiempo necesario para la redacción de la sentencia", resaltan en su nuevo auto los magistrados, que concluyen que "el transcurso del tiempo no es motivo para la concesión de la suspensión solicitada".
Griñán, en lo personal
Griñán está casado con María Teresa Caravaca desde hace más de medio siglo. Ella es su mayor apoyo personal en el 'caso de los ERE'. Recordado es aquel beso que se dieron ante todos después de que el ex líder socialista ganara las elecciones andaluzas en 2012. Su participación durante las campaña de su marido fue activa. Sus reacciones y publicaciones en Twitter también han sido comentados estos años. Mariate, como la llaman cariñosamente sus amigos y conocidos, tiene sangre aristócrata, ya que es bisnieta del X marqués de Nevares.
Tras unos años de noviazgo, se casaron en 1970, en la Catedral de Sevilla. Lo hicieron cuando él ya tenía encaminada su vida en lo profesional, ya que no le dio el 'sí, quiero' hasta aprobar la oposición de Técnico de Trabajo en 1969, consiguiendo así un puesto como funcionario.
Tienen tres hijos: Manuel (casado desde 2001 con Carmen Piñeiro Otero), Ana y Miguel, que nació fruto de un "feliz descuido" (en palabras del ex presidente) alrededor de diez años después de nacer la hija mediana del matrimonio. Griñán y Mariate son abuelos de unos cuantos nietos.