Soltó tres palabras, pero lo hizo chirriando los dientes. "¡Estoy divinamente, enamoradísimo!" Así se expresó José Ortega Cano ante las preguntas de rumores de crisis con Ana María Aldón.
Después de casi dos semanas en Cádiz, con la sombra de una posible separación del matrimonio, Aldón regresaba al domicilio familiar en Madrid. Casi sincronizados, el torero abandonaba su casa con una pequeña maleta para poner rumbo a Francia por motivos profesionales, ya que es apoderado del joven diestro Álvaro Burdiel. Un compromiso que le obligaba a aplazar una conversación con su mujer sobre el futuro de su relación.
Después de este viaje, Ortega Cano ya de vuelta en la capital, se acercó a la Plaza de Toros de Las Ventas. En un intento desesperado por zanjar los rumores de ruptura que rodean a su matrimonio, Ortega ha estallado: "Son ustedes unos pesados, unas pesadas. Eso no se pregunta porque son cosas personales", ha afirmado molesto. Y ha soltado un cortante "estoy divinamente" y "enamoradísimo" apretando los dientes.
Este martes 5 de julio, le hemos visto supervisando el traslado de varios enseres antiguos del hogar familiar, como varios cuadros y una escultura de tipo religioso. Con look de baño y calcetines altos, Ortega ha dado indicaciones a los operarios de dos furgonetas que se han encargado de su mudanza.
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