Si hay un sabor que recuerda al verano, ese es el del clásico jamón con melón. Una exquisitez de temporada que triunfa entre los paladares más exigentes y que sigue siendo un imprescindible en las mesas estivales. Y es que, cuando llegan los días de calor, no hay nada mejor que compartir sus largas tardes disfrutando de manjares de calidad. Entre todos esos sabores que nos conectan con la naturaleza, con los recuerdos y con los pequeños placeres de la vida, hay uno que nunca falla: el jamón. Esta temporada, Monte Nevado propone ir un paso más allá con una combinación refrescante, jugosa y deliciosa para los días de verano: jamón con cerezas, arándanos y physalis, un maridaje sorprendente que reinventa el placer del picoteo estival.
La versatilidad del jamón, su arraigo en nuestra cultura y su capacidad para brillar en cualquier momento del día lo convierten en el aliado perfecto para cenas ligeras o aperitivos llenos de sabor. Pero lo realmente fascinante es cómo, incluso en su aparente sencillez, el jamón sigue sorprendiéndonos. Al unirse con frutas de temporada, cada loncha se transforma, ganando frescura y vitalidad, creando una experiencia que seduce y cautiva el paladar. Monte Nevado nos invita a disfrutar de estas combinaciones con la misma libertad e inspiración con la que nacen sus jamones.

Jamón de Bellota 100% Ibérico
La tradición encarna su máxima expresión en el Jamón de Bellota 100% Ibérico de Monte Nevado. Procedente de cerdos ibéricos puros, criados en libertad en la dehesa y alimentados exclusivamente de bellotas y recursos naturales durante la montanera, este jamón despliega una complejidad que solo el tiempo puede esculpir.

Su sabor es profundo y persistente, mientras su textura, sedosa y untuosa, se funde al contacto con el paladar. Frente a este carácter intenso y elegante, el physalis, con su dulzor exótico y notas cítricas, aporta una chispa fresca y ligeramente ácida que realza cada matiz del jamón. El bocado se transforma en una sinfonía entre lo graso y lo jugoso, lo umami y lo afrutado, donde cada elemento se potencia sin eclipsar al otro.
Jamón Mangalica
El Jamón Mangalica, una auténtica joya rescatada por Monte Nevado, fruto de años de dedicación en la estepa húngara, ofrece una experiencia sensorial envolvente. Su carne, intensamente veteada, y su grasa, con una textura mantecosa que se deshace lentamente en boca, liberan un sabor redondo, delicado, con un punto dulce natural. En combinación con cerezas maduras, de pulpa firme y jugosa, se acentúan sus matices más suaves y se crea un juego de contrastes, lo sedoso del jamón frente a la mordida crujiente y refrescante de la fruta.

Jamón Serrano 24
El clásico Jamón Serrano 24, curado durante un mínimo de 24 meses y elaborado con animales seleccionados por su equilibrio de madurez y grasa, ofrece un sabor limpio, honesto y con una profundidad que sorprende. Su textura firme, pero equilibrada, permite jugar con contrastes más definidos: los arándanos, con su frescura ligera y su perfil seco y ácido, realzan la estructura del jamón y equilibran su carácter curado con un matiz vibrante y nítido. El resultado es una combinación sobria pero expresiva, ideal para quienes valoran la pureza del producto y la precisión en los maridajes.

La fusión del jamón con frutas abre la puerta a una manera más creativa y sofisticada de entender este producto tan nuestro. La marca fiel a su compromiso por la calidad y la tradición, nos invita a redescubrir un clásico sin perder de vista lo esencial, celebrando así el sabor auténtico que nace de la tierra y el tiempo.
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