La artista Imogen Taylor acaba de lanzar al mercado una biografía sobre la condesa de Cornualles. En On the fringe habla sobre la juventud de la mujer del príncipe Carlos, la cual se basaba en hombres, fiestas y resacas. "Ella era muy divertida y muy popular y, a pesar de no ser tan guapa como Marie Gaye (la madre de Cressida Bonas), era atractiva y sexy", declara en el libro.
En esta biografía, Taylor también cuenta una anécdota que le ocurrió a Camilla Parker Bowles con uno de sus primeros trabajos como interiorista. La joven llegó tarde tras haber estado de fiesta la noche anterior. No era la primera vez que ocurría, por lo que finalmente fue despedida. "A ella no parecía importarle su empleo. Solo pensaba en fiestas, en los fines de semana, los caballos, la caza... Finalmente nuestro jefe se cansó y un día la echó. Yo oí toda la discusión porque él gritaba mucho. Le dijo 'Vete de aquí, puta'. No puedo permitir que personas como tú trabajen en mi empresa".
Además, también añade que Milla, que era como la duquesa quería que la llamasen en su juventud, tenía una larga lista de amantes allá en los años 60. Otra de las curiosidades que da a conocer, es que a la actual madrastra de los príncipes Guillermo y Enrique, le encantaba contar que su bisabuela, Alice Keppe, había sido amante del rey Eduardo VIII, bisabuelo de Isabel II. "Ella siempre lo estaba mencionado, como si se tratara de un talismán".
A buen seguro que los detalles que se desvelan en la nueva biografía de Camilla Parker Bowles supondrán que sea de nuevo juzgada públicamente por la sociedad británica, algo habitual en su figura desde que se convirtió en novia del príncipe Carlos. En aquel momento, fue acusada de haberse metido en medio del matrimonio de Lady Di y el propio príncipe. Su suegra, la reina Isabel II tampoco siente gran simpatía por la segunda mujer de su hijo, según los expertos y otras fuentes cercanas a la realeza.