La Corona noruega atraviesa la peor crisis de su historia. El hijo de la princesa Mette-Marit ha puesto a sus padres en el ojo del huracán. El silencio por parte de la institución y sus miembros es absoluto, pero la publicación del demoledor informe policial que presentó la Fiscalía este lunes ha obligado al príncipe Haakon a dar la cara ante los medios de comunicación en las últimas horas: "Ha sido desafiante y difícil para todos", ha dicho en NRK.

El futuro rey se ha mostrado muy precavido y ha asegurado que aceptarán la decisión judicial una vez finalice el procedimiento: "Ya se ha aclarado cuál será la acusación. Ahora le corresponde al tribunal decidir". Ha puntualizado, además, que los miembros activos de la Casa Real seguirán cumpliendo con sus obligaciones y su agenda institucional al margen de la polémica: "Por nuestra parte, seguiremos cumpliendo con nuestras tareas".

Acusado de 32 delitos

La Fiscalía cerró la investigación el pasado mes de junio y la acusación contra Marius se presentó en firme este lunes. Incluye el testimonio de más de 60 personas y cientos de miles de archivos multimedia y mensajes. El ministerio público explicó en una rueda de prensa que hay documentación y pruebas suficientes para declarar culpable a Marius: "Se trata de actos muy graves que pueden dejar huella y destruir vidas. La pena máxima para los delitos mencionados en la acusación es de cárcel de hasta diez años". El portavoz aseguró también que la relación del acusado con la familia real no supone ningún privilegio para él y avanzan que el juicio podría comenzar en enero de 2026.

Diez años de prisión

El relato de la Fiscalía es aterrador. Afirman que Marius habría llevado a cabo, supuestamente, cuatro violaciones desde el año 2018. La primera en su apartamento de Skaugum, cuando solo tenía 21 años; mantuvo sexo con una mujer drogada y lo grabó todo. La segunda ocurrió en Lofoten en 2023; la víctima, una mujer que conoció a Marius esa misma noche. Tras mantener relaciones sexuales consentidas, Marius la forzó mientras dormía y lo grabó. El tercer delito se cometió en Skillebekk, Oslo, en marzo de 2024, y el cuarto en Tøyen, Oslo, en noviembre de 2024, ambos con el mismo patrón que en las dos anteriores: mujer dormida y dispositivo de grabación.

La policía ha investigado imágenes que involucran hasta a 16 mujeres diferentes, pero muchos de los casos han sido sobreseídos por prescripción o por el estado de las pruebas. La policía ha encontrado "una gran cantidad de películas e imágenes" que muestran la intimidad "de varias mujeres" al registrar los teléfonos móviles y otros soportes de datos del hijo de Mette Marit.

La relación de delitos que presenta la Fiscalía pone los pelos de punta: un caso de violación con coito, dos casos de violación sin coito, cuatro casos de conducta sexualmente ofensiva, un caso de abuso en relaciones cercanas, dos casos de lesiones corporales, un caso de daño malicioso, un caso de amenazas, cinco violaciones de orden de restricción, un caso de abuso sexual por parte de un agente de policía y cinco infracciones de tráfico.

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