Palma de Mallorca vuelve a recibir al rey Felipe VI, que ha aterrizado en la isla para dar comienzo a su ya tradicional verano balear. Su llegada ha coincidido con el arranque de la 43ª edición de la Copa del Rey Mapfre, una de las citas náuticas más esperadas del Mediterráneo. Aunque es un gran aficionado a la vela, el monarca no estuvo durante el acto inaugural celebrado este sábado al mediodía en el Real Club Náutico de Palma, donde se llevó a cabo la tradicional presentación y corte de cinta que marca el inicio oficial de la competición.

Este domingo, como ya es habitual, el rey Felipe se ha dejado ver a bordo del Aifos, el velero con el que suele competir cada verano en aguas mallorquinas, retomando así su faceta más deportiva. El monarca ha llegado al mediodía a la estación naval de Porto Pi, donde ha saludado con su habitual cercanía al patrón de la embarcación, Jaime Rodríguez Toubes. Ya en cubierta, el marido de la reina Letizia ha compartido una charla con los miembros de la Armada antes de iniciar la primera jornada de entrenamiento a vela.

La presencia del monarca, que ha competido en numerosas ediciones anteriores, supone un fuerte respaldo institucional y mediático para la regata, así como un elemento de conexión entre la Casa Real y el pueblo balear. Su participación, siempre muy seguida por los medios, refuerza el valor simbólico y diplomático de este evento deportivo. Este año además se habla de la posibilidad de que participe la princesa Leonor, dada su vinculación con la vela tras pasar por la Armada como guardiamarina y formarse a bordo del Juan Sebastián Elcano. Aunque por ahora no hay confirmación oficial, su presencia a bordo de uno de los veleros de la Armada sigue en el aire y dependerá de decisiones que se tomen en los próximos días.
Por el momento, la infanta Sofía y la princesa Leonor viajarán este domingo a Basilea para apoyar a la Selección femenina de fútbol en la final de la Eurocopa, donde se disputarán el título frente a Inglaterra.