En medio de rumores de crisis matrimonial, Charlene y Alberto de Mónaco han vuelto a demostrar que siguen más unidos que nunca, reapareciendo este domingo en una celebración muy especial: la Primera Comunión de sus hijos gemelos, Jacques y Gabriella.
Los príncipe han mostrado una imagen de complicidad y unidad. Los pequeños, de 10 años, han sido los grandes protagonistas del día, ambos vestidos con túnicas blancas y una cruz de madera colgada al cuello, siguiendo la tradición religiosa de la ceremonia. Gabriella, ha optado por una diadema fina en lugar de flores, mientras que Jacques, el heredero al trono, ha destacado por su porte aristócrata.

La Casa Real monegasca ha compartido las imágenes con un posado familiar, en el que aparecen los príncipes y sus hijos posando frente al majestuoso Palais Princier de Mónaco. Las imágenes han reflejado a una Charlene serena y sonriente, quien ha dejado atrás los rumores de distanciamiento. Alberto, por su parte, se ha mostrado cariñoso y cercano con sus hijos, dejando claro que su familia es lo primero.
"En este día de la Primera Comunión, dirigimos nuestras más sinceras felicitaciones al Príncipe heredero Jacques y a la Princesa Gabriella, quienes han recibido este sacramento con fe y recogimiento", han escrito desde Palacio en sus redes sociales.
El evento ha reunido a la familia Grimaldi y a un reducido círculo de amigos cercanos, quienes han acompañado a los príncipes en esta celebración tan especial.
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