Donald Trump con traje azul y Melania, con guantes de encaje y mantilla: el presidente evita el negro

50 jefes de Estado, de Gobierno y diez Casas Reales y más de 160 delegaciones extranjeras. Hemos visto un Vaticano blindado de Fuerzas Armadas italianas, con un dispositivo de seguridad 360º, durante el histórico funeral del Papa Francisco, que ha reunido en la Plaza de San Pedro y alrededores a unas 200.000 personas.

Entre las autoridades que se han dado cita en la misa exequial, los Trump han sido grandes protagonistas. Minutos antes de que diera comienzo la misa funeral, Donald y Melania Trump han accedido a la basílica de San Pedro, donde se había instalado la capilla ardiente del Santo Padre.

Durante tres días, sus restos mortales han descansado en un féretro de madera forrado de terciopelo rojo con una casulla purpura y una mitra blanca y en las manos, un rosario. Han sido 72 horas de velatorio, por el que han desfilado más de 150.000 fieles y que se clausuraba este viernes por la tarde.

Instantes antes de que diera comienzo la misa, los Trump han accedido al templo, donde se ha procedido a la ceremonia de cierre del féretro, un rito solemne que ha antecedido al funeral. La salida del mandatario nos ha dejado para la historia, su fotografía junto a su mujer, agarrados los dos de las manos con firmeza. Melania, muy seria y mirando al vacío, caminaba junto a su marido. La primera dama, de luto estricto, llevaba una matilla de encaje sobre su melena suelta y unos guantes también de encaje. El mandatario ha escogido un traje y corbatas azules, el lugar del negro que han portado la mayoría de las autoridades.

A las 10.00 horas de la mañana en punto, el cardenal decano Giovanni Battista Re ha comenzado el solemne Réquiem por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. El silencio era sepulcral.