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Se suicida Virginia Giuffre, la mujer que destapó los escándalos de Epstein y del príncipe Andrés

Virginia Giuffre saltó a los medios de comunicación en 2019, cuando presentó una demanda civil contra el príncipe Andrés de Inglaterra ante un tribunal federal de Nueva York. Acusaba al hermano del rey Carlos III, íntimo amigo del pedófilo Jeffrey Epstein

Virginia Giuffre, la mujer que demandó al príncipe Andrés y Jeffrey Epstein, una de las voces más visibles contra el depredador sexual y su red de poderosos cómplices, falleció este jueves en su granja de Neergabby, Australia Occidental. Tenía 41 años. Según ha confirmado su familia en un comunicado, la causa de la muerte fue el suicidio, consecuencia de los traumas y las profundas heridas que arrastró tras una vida marcada por el abuso sexual y la explotación.

"Con el corazón destrozado, anunciamos que Virginia falleció anoche en su granja en Australia Occidental", declaró su familia. "Perdió la vida al suicidarse, después de haber sido víctima de abuso sexual y tráfico sexual durante toda su vida".

Una adolescencia marcada por el horror

La tragedia de Virginia Giuffre, nacida Virginia Roberts, comenzó a temprana edad. A los 16 años, mientras trabajaba como asistente en el club Mar-a-Lago de Palm Beach, propiedad de Donald Trump y donde también trabajaba su padre, fue reclutada por Ghislaine Maxwell, socia y pareja de Jeffrey Epstein. Maxwell la contrató bajo el pretexto de ofrecerle trabajo como masajista, pero pronto la joven fue atrapada en la red de explotación sexual de Epstein. Según denunció, fue obligada a convertirse en su sirvienta sexual y presionada para mantener relaciones con los poderosos amigos del magnate, entre ellos el príncipe Andrés de Inglaterra y el agente de modelos francés Jean-Luc Brunel. Durante años, fue trasladada en aviones privados por todo el mundo para satisfacer los deseos de Epstein y su círculo.

Una luchadora

Pese al inmenso trauma, Virginia no se quedó en silencio. Se convirtió en una de las primeras víctimas en denunciar públicamente a Epstein y exigir que se le juzgara a él y a sus cómplices. Su testimonio fue clave para dar fuerza a otras supervivientes a alzar su voz, y su colaboración resultó decisiva en la investigación que culminó en la condena de Ghislaine Maxwell en 2021. Maxwell fue encontrada culpable de cinco cargos por tráfico sexual de menores y sentenciada a 20 años de prisión. Giuffre había demandado a Maxwell en 2015, un caso que terminó en un acuerdo extrajudicial en 2016, poco antes de que el proceso llegara a juicio. La familia de Virginia la recordó como "una luz que iluminaba a tantos supervivientes", y destacó que, a pesar de las enormes adversidades que enfrentó, "brillaba con fuerza". "La luz de su vida eran sus hijos Christian, Noah y Emily", agregaron.

El escándalo de Epstein y su muerte

Jeffrey Epstein, el millonario vinculado a numerosas figuras de la élite mundial, fue arrestado en 2019 bajo cargos federales de tráfico sexual de menores. Sin embargo, nunca llegó a ser juzgado: fue encontrado muerto en su celda de una prisión de alta seguridad de Manhattan en agosto de ese año. Oficialmente, su muerte fue declarada un suicidio, aunque las circunstancias oscuras alrededor del caso provocaron dudas y teorías de conspiración. Epstein había logrado previamente evitar la justicia mediante un acuerdo judicial secreto en 2008, tras ser acusado de abuso de menores en Palm Beach. A cambio de declararse culpable de cargos menores, solo cumplió 18 meses de condena, con privilegios especiales que le permitían trabajar fuera de prisión seis días a la semana.

La implicación del príncipe Andrés

Uno de los episodios más explosivos de la denuncia pública de Giuffre fue la implicación del príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II. Virginia presentó una demanda en 2021, acusando al miembro de la realeza de haber abusado sexualmente de ella en tres ocasiones cuando tenía 17 años: en Londres, en Nueva York y en las Islas Vírgenes. Aunque el príncipe Andrés negó los hechos, una fotografía donde se lo ve abrazándola por la cintura, en una vivienda de Maxwell en Londres, respaldó sus acusaciones. El príncipe trató de defenderse públicamente en una entrevista televisiva con la BBC, pero sus respuestas evasivas y su falta de empatía hacia las víctimas provocaron una ola de indignación. En 2022, Andrés resolvió el litigio con Giuffre mediante un acuerdo extrajudicial cuyo monto no fue revelado. Aun así, el daño a su reputación fue irreparable: fue apartado de sus funciones reales y sufrió una degradación pública sin precedentes en la historia reciente de la monarquía británica.

Un deterioro que culminó en tragedia

En las semanas previas a su muerte, Virginia compartió señales alarmantes sobre su estado de salud físico y emocional. A principios de abril, publicó en Instagram imágenes de su cuerpo cubierto de hematomas, explicando que había sufrido un grave accidente de tráfico tras ser embestida por un autobús escolar. El accidente le provocó una insuficiencia renal aguda. "Me han dado cuatro días de vida", escribió entonces, expresando su deseo de poder despedirse de sus hijos antes de partir. Aunque logró ser trasladada a un hospital especializado en urología, su estado anímico se deterioró rápidamente. Finalmente, el peso de los traumas y el dolor acumulado resultaron insoportables.

El eco del caso Epstein sigue abierto

A principios de este año, el Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó, en un supuesto gesto de transparencia, cuatro documentos vinculados a las investigaciones sobre Jeffrey Epstein. Estos archivos, aunque extensos —alrededor de 220 páginas en total—, arrojaron escasas novedades: Una lista de pruebas, donde se enumeraban objetos como ordenadores, cajas de fotos, cintas de vídeo, camillas de masaje y juguetes sexuales. Listas de pasajeros de los vuelos privados de Epstein. Un listado de 254 "masajistas", en su mayoría menores de edad, cuyos nombres aparecían censurados para proteger su identidad. La agenda de contactos de Epstein, donde, aunque se revelaban nombres, se eliminaron los datos personales. Esta revelación no logró saciar las demandas públicas de justicia, alimentando la sensación de que aún queda mucha verdad oculta.

Un legado de valor y dolor

Virginia Giuffre luchó hasta el final por exponer a los responsables de los horrores que vivió, incluso cuando eso significaba enfrentarse a algunos de los hombres más poderosos del mundo. Su historia no solo puso en evidencia la existencia de redes de tráfico sexual amparadas en el poder y la riqueza, sino también la resistencia del sistema a proteger a las víctimas. Con su muerte, el mundo pierde a una de las voces más valientes contra los abusos sexuales. Pero su legado sigue vivo en la visibilidad que logró dar a miles de víctimas silenciadas. Virginia Giuffre será recordada no solo por el dolor que sufrió, sino también por su coraje irreductible.

Virginia Giuffre desvelaba el pasado 31 de marzo que le quedaban "cuatro días de vida"

Su nombre saltó a los medios de comunicación en 2019, cuando presentó una demanda civil contra el príncipe Andrés de Inglaterra ante un tribunal federal de Nueva York. Acusaba al hermano del rey Carlos III, íntimo amigo del pedófilo Jeffrey Epstein, de haber abusado sexualmente de ella siendo menor de edad en varias ocasiones. Apenas tres semanas antes de quitarse la vida, Virginia Giuffre regresaba a los titulares porque un autobús a toda velocidad chocó contra su coche y los médicos le han daban "cuatro días de vida".

Ella misma lo contaba a través de las redes sociales, donde compartió una fotografía de su rostro completamente amoratado: "Este año ha sido el peor comienzo para un nuevo año, pero no aburriré a nadie con los detalles, pero creo que es importante tener en cuenta que cuando un conductor de autobús escolar se te acerca conduciendo 110 km mientras reducíamos la velocidad para una curva, no importa de qué esté hecho tu coche, bien podría ser una lata", comenzaba relatando. "He sufrido una insuficiencia renal; me han dado cuatro días de vida y me han trasladado a un hospital especializado en urología", comunicó. "Estoy preparada para irme, sólo que no hasta que vea a mis bebés por última vez, pero ya saben lo que dicen de los deseos. Cuando tienes una mierda en una mano y un deseo en otra, os aseguro que al final saldrá la mierda". Giuffre finalizaba: "Gracias a todos por ser las personas maravillosas del mundo y por ser una gran parte de mi vida. Dios los bendiga".

Violaciones y pedofilia

Giuffre conoció al príncipe Andrés a través de Epstein y de su novia, Ghislaine Maxwell, que organizaban grandes fiestas con altas personalidades a las que invitaban a niñas y adolescentes con el fin de ofrecer sus servicios sexuales a sus invitados. Tras denunciarlo públicamente, Virginia interpuso una demanda y se convirtió en la cara visible de un centenar de víctimas, todas ellas parte de una oscura trama que salpicaba a Donald Trump y Bill Clinton, entre otros muchos. "Se vio obligada [Giuffre] mediante amenazas expresas o implícitas, por Epstein, Maxwell y/o el príncipe Andrés a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés, y temía la muerte o lesiones físicas, tanto para ella como para otra persona, y otras repercusiones por desobedecer a Epstein, Maxwell y el príncipe Andrés debido a sus poderosas conexiones, riqueza y autoridad", rezaba su demanda.

Epstein fue arrestado el 6 de julio de 2019 por tráfico de menores en Florida y Nueva York. El 10 de agosto de ese mismo año, su cuerpo apareció ahorcado en su celda del Centro Correccional Metropolitano en Manhattan. Su novia fue condenada a 20 años de prisión mientras que el príncipe Andrés llegó a un acuerdo con Giuffre, que retiró la demanda a cambio de varios millones de dólares. No hubo consecuencias penales para el hijo de la Isabel II de Inglaterra pero sí fue despojado de sus privilegios reales y apartado de Buckingham Palace. Ahora, Virginia Giuffre, la mujer que demandó al príncipe Andrés y Jeffrey Epstein, se ha quitado la vida. Murió en su granja de Neergabby, Australia Occidental.

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