Casas Reales

Meghan Markle contesta al insulto de Trump con un apasionado beso a su marido en público: amor contra odio

Meghan y Harry, este sábado en Vancouver

Donald Trump ha insultado esta semana de nuevo a Meghan Markle, calificándola de "persona terrible", mientras declaraba que no tenía planes de deportar al Príncipe Harry de los EE. UU. en medio de una batalla legal sobre su estatus migratorio. La respuesta de la ex actriz no se ha hecho esperar: este sábado, la duquesa de Sussex, exhibió de manera muy visible su actitud frente a los comentarios despectivos que el expresidente estadounidense había hecho sobre ella. En un gesto que capturó todas las miradas, Meghan y el príncipe Harry mostraron un despliegue de afecto público durante los Invictus Games en Vancouver.

Envuelta en un elegante abrigo largo color crema para combatir las temperaturas frías de Canadá, Meghan se inclinó cariñosamente sobre su esposo en las gradas antes de darle un beso apasionado que no dejó indiferente a los asistentes. Este momento llegó apenas unas horas después de que Trump asegurara que no tenía intenciones de deportar al príncipe Harry a Reino Unido en medio de una batalla legal por su estatus migratorio, pero añadió con sarcasmo: "Él ya tiene suficientes problemas con su esposa. Es terrible", dijo. La prena anglosajona asume que el gesto de Meghan, que no pasó desapercibido, es una respuesta de la ex actriz: robó el protagonismo de la noche en el marco de los Invictus Games, un evento creado por Harry en 2014 para apoyar a soldados heridos y enfermos.

Los Sussex, sentados en un lugar de honor junto a líderes indígenas de las tierras donde se celebran los juegos (Canadá), no evitaron las cámaras mientras demostraban una unidad que parecía ser la respuesta perfecta a los ataques de Trump. Los testigos del gesto no tardaron en comentar que, en una ceremonia solemne que reunía a más de 500 competidores de 23 países, Meghan y Harry lograron eclipsar momentáneamente a los atletas con su muestra de complicidad. Los comentarios de Trump forman parte de su habitual estilo polémico, sus declaraciones recientes sobre Meghan no son las primeras en generar titulares. La duquesa, de 43 años, se ha convertido en un objetivo recurrente de sus críticas. El expresidente, quien también señaló que Harry "debería haber sabido a lo que se metía" al casarse con Meghan, parece haber avivado las tensiones entre la pareja y la política estadounidense.

Los últimos meses han sido complejos para Meghan y Harry, que siguen enfrentándose a la exposición mediática constante. Dejaron la familia real británica hace cinco años, y han estado en el centro de múltiples controversias y publicaciones. En enero, Vanity Fair publicó un reportaje titulado American Hustle, donde exmiembros de su personal acusaron a Meghan de tener un comportamiento "realmente, realmente terrible" en situaciones adversas. Aunque fuentes cercanas a los Sussex desestimaron las acusaciones, describiéndolas como "angustiosas", el perfil ha alimentado aún más los debates sobre la relación de de los duques y su vida en Estados Unidos.

Meghan ha retrasado varios de sus proyectos importantes, incluido su programa de cocina con Netflix, With Love, Meghan, que originalmente estaba programado para estrenarse en enero, pero fue pospuesto hasta marzo debido a los incendios en Los Ángeles. A pesar de los rumores sobre sus motivaciones. Por otro lado, Meghan también parece haber ralentizado el lanzamiento de otros proyectos, como su podcast con Lemonada Media, que había prometido nuevas entregas a principios de enero. Estos aplazamientos han generado críticas y especulaciones, aunque no han afectado la conexión emocional que la duquesa mantiene con sus seguidores.

Los Invictus Games fueron un escenario idóneo para que Harry y Meghan. Este año, el evento se celebra por primera vez en Canadá, nuevo "enemigo" de EEUU gracias a los aranceles de Trump, e incluye deportes de invierno, marcando un hito histórico en sus nueve años de trayectoria. La ceremonia inaugural, celebrada en el BC Place Arena de Vancouver, comenzó con un desfile de las naciones participantes. La delegación alemana, anfitriona de los juegos en 2023, abrió el evento, seguida por un emotivo recibimiento a los competidores de Afganistán, aunque los aplausos más ensordecedores fueron para el equipo anfitrión, Canadá.

Con Harry como fundador del evento, los Invictus Games han sido durante mucho tiempo una fuente de orgullo y propósito para el duque. En Vancouver, más de 500 competidores de 23 países se reúnen para participar en una amplia gama de disciplinas deportivas, destacando no solo el espíritu competitivo, sino también la superación personal de los veteranos heridos y enfermos.

El beso de Meghan a Harry, más allá de su evidente romanticismo, parece haber sido una declaración simbólica ante el escrutinio público y las críticas. En una noche dedicada al esfuerzo y la resiliencia de los veteranos, la pareja envió un mensaje de unidad y apoyo mutuo frente a las adversidades, tanto personales como mediáticas. Trump, conocido por no rehuir a la polémica, seguramente estará al tanto del revuelo que causaron sus comentarios y la respuesta implícita de los Sussex. Sin embargo, mientras el expresidente centra su atención en las controversias, Harry y Meghan parecen decididos a mantener su papel como figuras públicas comprometidas, incluso cuando las críticas sigan acechando.

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