Casas Reales

La visita de Estado de Trump a Carlos III que rompería la norma no escrita de la monarquía británica

El año de Carlos III y Trump

El segundo mandato de Donald Trump, que comenzará el próximo 20 de enero, promete reconfigurar las relaciones internacionales. En el Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer parece haber tomado nota con rapidez. Más allá de llamadas protocolares y gestos diplomáticos, Downing Street prepara un movimiento que podría redefinir la histórica relación entre Londres y Washington: una visita de Estado de Trump al Reino Unido, una deferencia que rompería las normas no escritas de la monarquía británica.

¿Por qué ofrecerle un honor que tradicionalmente no se repite para un mismo mandatario? La respuesta es un cóctel de pragmatismo geopolítico y fascinación personal. Trump, hijo de una emigrante escocesa que fue sirvienta al llegar a EEUU, admirador declarado de la realeza británica, y enemigo del "desertor" príncipe Harry", es un blanco fácil para el poder blando que despliegan los Windsor. La idea de estrechar los lazos con un presidente que combina aislacionismo económico con impulsos autoritarios podría ser la llave para desbloquear acuerdos comerciales pos-Brexit y reforzar la seguridad británica frente a un mundo inestable. Y da igual que el primer ministro Starmer esté ideológicamente en el ala opuesta a Trump

Sin embargo, la relación entre Trump y la monarquía británica está lejos de ser simple. En su primera visita oficial, el magnate dejó un rastro de anécdotas incómodas: llegó tarde a su cita con Isabel II, casi rompió el protocolo al adelantarse a la soberana y se enfrentó a la hostilidad de líderes británicos como el entonces alcalde de Londres, Sadiq Khan. Pese a todo, Trump fue finalmente recompensado con una visita de Estado en 2019, aunque empañada por ausencias notorias como las de Meghan Markle y Jeremy Corbyn, entonces líder laborista.

Ahora, con Carlos III al frente del trono, las cosas han cambiado. El nuevo monarca, conocido por su activismo climático y su visión humanitaria, parece ser un contrapeso ideológico perfecto para Trump, quien niega la crisis climática y promete deportaciones masivas. Pero el pragmatismo político de Carlos III, endurecido por años de deber monárquico, parece haber allanado el camino para el eventual encuentro.

Carlos III y Trump: una relación marcada por la pompa, las tensiones y el cálculo político

El primer gesto de esta nueva era se dio en París, durante la reapertura de Notre Dame, donde Trump mantuvo una conversación "muy agradable" con el príncipe Guillermo, destacando su admiración por la familia real. Aunque esa charla generó cierta polémica por las insinuaciones de Trump sobre la salud de Carlos III –que lucha contra un cáncer en tratamiento desde 2022–, Buckingham intentó minimizar el revuelo con declaraciones tranquilizadoras. El posible viaje de Trump a Londres será más que un desfile de pompa. Downing Street lo considera una pieza clave en su estrategia de posicionar al Reino Unido como mediador entre bloques enfrentados: la Unión Europea, su principal socio comercial, y una Casa Blanca volcada en el proteccionismo. Para los Windsor, la visita ofrece una oportunidad única de consolidar su imagen como emblema diplomático en un momento en que la salud del rey podría limitar su agenda internacional.

El contexto, no obstante, está lleno de ironías. Trump, un presidente famoso por sus opiniones divisivas sobre la inmigración, podría ser clave para resolver el polémico estatus migratorio del príncipe Harry en Estados Unidos, un tema que Buckingham sigue de cerca. Aunque el republicano ha mostrado públicamente su desprecio por Harry y Meghan, es probable que opte por mantener su residencia californiana intacta, un gesto calculado para agradar al Palacio. Entre saludos reales, alfombras rojas y estrategias políticas, la relación especial entre Reino Unido y Estados Unidos se juega algo más que simbolismo. En el ajedrez global, cada movimiento cuenta, y tanto Trump como Carlos III parecen dispuestos a jugar su papel, aunque sea a regañadientes.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBeloudBluesky