La infanta Cristina y Pablo Urdangarin son inseparables. Un día después del cumpleaños del joven (cumplió los 24 este viernes 6 de diciembre), la hija menor de don Juan Carlos se trasladó hasta el Palau D'esports de Granoller (Barcelona) para animar a su hijo en su nuevo partido de balonmano.
Desde las gradas, la ex de Iñaki Urdangarin no logró contenerse: mostró su euforia alzando el puño y dejó entrever su angustia en los momentos más competitivos del partido. La infanta Cristina no acudió sola a su cita deportiva de este fin de semana, ya que estuvo acompañada por su amigo, el regatista Roberto Molina.
Tras el partido, la Infanta Cristina recibió a su hijo con un cálido abrazo y un beso en la mejilla. Madre e hijo conversaron animadamente, disfrutando del momento juntos, mientras compartían la ocasión con el gran amigo de la infanta Cristina y otras personas cercanas.
Una vez más, la hija del emérito dejó patente su apoyo incondicional a su hijo, demostrando la sólida unión que existe entre ellos. Con un abrazo lleno de emoción, especialmente significativo tras la fecha tan especial que marcó el calendario del joven el pasado viernes, madre e hijo volvieron a transmitir esa complicidad que ha sido tan evidente en numerosas ocasiones.
El pasado fin de semana, fue su padre, Iñaki Urdangarin, acompañado de su novia Ainhoa Armentia, quien acudió al polideportivo para ver el partido de su hijo, un hacha en el balonmano al igual que él.
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