Privado, fuera de agenda y a caballo entre dos festivos. Así fue el viaje de la princesa de Asturias a Nueva York. Solo unas horas después de que la viéramos con sus padres, Felipe VI y Letizia, y su hermana Sofía en la madrileña procesión de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo. Con el equipaje preparado para su vuelo a Manhattan, la Princesa de Asturias paseó bajo la lluvia a la altura del número 25 de la calle Alcalá de la capital. Conocemos esta escapada de Leonor por la revista Hola. En la ciudad de los rascacielos vive su amigo Gabriel. Uno de sus mejores amigos del UWC Atlantic College de Gales, que meses atrás la prensa alemana relacionó con la heredera.
Leonor tiene 18 años. Desde su madurez y desde su juventud ha encontrado un espacio privado en el que vivir más allá de las cámaras. Se abrió camino en el internado de Gales, el mismo en el que ahora estudia Sofía. Durante los dos cursos académicos ganó autonomía e independencia y ganó muchos amigos. Uno de ellos es Gabriel. Le puso rostro el semanario alemán Bunte en junio de 2023. El alumno del UWC Atlantic, entonces de 18 años y de origen brasileño, se graduó con la princesa y se ha instalado en Nueva York, donde va a la universidad. Según deslizaron desde la publicación alemana, Gabriel era su amigo especial. Sin embargo, Hola desmiente ahora categóricamente que hubieran tenido una relación. Ilustra la información del viaje a Nueva York con la fotografía más reciente de la heredera, cuando asistió a la procesión de Madrid.
Segura de sí misma, voluntariosa, muy trabajadora y muy observadora. Leonor aprende y absorbe todo lo que ve. Aprende de sus padres y también de sus compañeros y compañeras de Academia de Zaragoza. La observación es una destreza que le viene de su madre. Se fija en todo. Otra herencia que le viene de doña Letizia es la capacidad de superarse a sí misma y la constancia en todo lo que se propone. Muy responsable y sensata en cada paso que da, la princesa quiere explorar el mundo y quiere hacerlo sola y en privado. Esto de las vacaciones privadas también nos suena familiar. Doña Letizia ha mantenido ese espacio fuera del foco para disfrutar de la intimidad. Su hija sigue esos pasos.
