Cuando el hielo entre Harry y Guillermo ya no es un problema urgente: por qué los Sussex desconocían la enfermedad de Kate

No hay hoja de ruta para la reconciliación entre Guillermo y Harry. La frialdad marca su relación, pese a que este viernes 22 de marzo, los príncipes de Gales recibían una llamada de los duques de Sussex de ánimo y apoyo. Esta llamada privada (cuyo formato no ha trascendido, se desconoce si fue o no una videoconferencia) se produjo poco después de que Kate Middleton informara de su tratamiento de cáncer. Siguiendo el hilo de esta cronología, Harry y Meghan se enteraron de la enfermedad de su cuñada a la vez que el resto del mundo.

Harry y su mujer fueron conocedores de la enfermedad de Kate Middleton cuando vieron el vídeo que Kensington publicó en su cuenta oficial. Tras este comunicado, comenzaron a surgir las reacciones de su entorno. En la órbita de esas relaciones figuran los Sussex. Conocida es la distancia planetaria que hay entre Guillermo y Harry desde que el hijo pródigo de Carlos III (Harry) lanzara al mundo sus memorias autobiográficas, En la sombra.

Después de hacerse público el cáncer de la princesa, la prensa británica recogió esa llamada de contacto de los Sussex enviando su apoyo y cariño a Kate. Sin embargo, este gesto no ha derretido el hielo ni ha acortado las distancias entre los dos Windsor. Los Gales decidieron no contarles a los Sussex nada de la enfermedad porque "no se puede confiar en ellos". Son palabras de un analista royal en The Sun.

Además, en los planes de Guillermo, ahora mismo, no está la reconciliación con su hermano. Su objetivo es cuidar de su mujer y de sus tres hijos pequeños y conciliar este trabajo con su agenda institucional, que pasa por asumir lo que no pueda su padre, Carlos III, que se encuentra en pleno tratamiento de cáncer.

Se espera, además, un próximo viaje de Harry a Londres. Apunta Daily Mail que se producirá, si así se confirma, en mayo. El motivo, los juegos Invictus, con motivo del décimo aniversario de este evento deportivo. Viajará el príncipe en solitario, sin su mujer y sin sus hijos, Archie y Lilibet. Sería una gran oportunidad para el duque a que diera el paso para romper ese hielo que marca la relación con su hermano.