Carlos III ya está en casa. El rey de Inglaterra ingresó el pasado viernes en el London Clinic para someterse a un cirugía por un tumor benigno en la próstata. La evolución ha sido muy positiva y tras pasar el fin de semana bajo vigilancia, este lunes ha recibido el alta médica. El monarca ha abandonado el centro con una amplia sonrisa, caminando sin ninguna dificultad y en compañía de su esposa Camila, su mayor apoyo estos días.
"El Rey ha sido dado de alta esta tarde del hospital tras el tratamiento médico previsto y ha reprogramado sus próximos compromisos públicos para permitir un periodo de recuperación privada", reza el comunicado de Buckingham Palace. "Su Majestad desea agradecer al equipo médico y a todos los que apoyaron su visita al hospital, y agradece todos los amables mensajes que ha recibido en los últimos días". Y añaden: "Su Majestad está encantado de que su diagnóstico esté teniendo un impacto positivo en la concienciación sobre la salud pública".
Los rumores apuntaban a que los médicos habrían aconsejado al rey alargar su estancia en el hospital pero, finalmente, ha salido antes de lo esperado. Ahora le espera un periodo de reposo y recuperación, por lo que toda su agenda ha sido reprogramada y pasarán varias semanas antes de que retome sus actos oficiales. Eso sí, su equipo asegura que volverá a su despacho y a sus audiencias privadas en los próximos días.

El rey ha salido del hospital por la puerta principal y andando por su propio pie. Con buena cara y una sonrisa, ha saludado a los presentes. A su lado la reina Camila, que lo ha visitado durante todo el fin de semana: "Ha salido todo bien, gracias", comunicó a los medios el pasado sábado. Un comportamiento muy diferente que el que han mantenido los príncipes de Gales. Kate Middleton también ha recibido el alta este lunes, horas antes que su suegro, pero ha abandonado el hospital bajo estrictas medidas de seguridad. Imposible captar una imagen. Tampoco existen fotografías de las visitas que ha recibido desde que ingresara el pasado martes 16 (a diario de su marido, Guillermo de Inglaterra) y ni si quiera se conoce el diagnóstico, tan solo que se ha sometido a una cirugía abdominal por un proceso "no canceroso".