Fue una novia única. Meghan Markle, con un impecable vestido de Givenchy, se presentó sola en la Capilla del Castillo de Windsor e hizo su entrada, sola, al templo. Ni su padre ni nadie en su lugar la acompañó. Quiso que fuera así como un gesto de feminismo, el primero de tantos que vinieron después. Meghan fue aquel 19 de mayo de 2018 una novia emponderada y fuerte. Ahora hemos conocido a través del libro Queen of our times, de Robert Hardman, la intrahistoria de esos momentos previos a la ceremonia.
Ante la anunciada ausencia a la boda del padre de la actriz, Thomas Markle, Carlos de Inglaterra le hizo una amable propuesta a su nuera y se ofreció para acompañarla hasta el altar, junto al príncipe Harry. La inesperada respuesta de Meghan al príncipe de Gales está recogida en el mencionado libro, del que se hace eco el Daily Mirror.
"¿Podemos encontrarnos a mitad de camino?" Fueron las palabras de la actriz norteamericana a su suegro. Y así fue la fotografía. La imagen de Meghan entrando sola en la capilla de Windsor como una mujer independiente, fuerte y dueña de su propio destino.
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