Industria

Escribano ajustará su paquete en Indra tras la fusión para quedarse con alrededor del 25% y no superar a la Sepi

  • La tecnológica contrata a Morgan Stanley y Goldman Sachs para valorar a la empresa familiar
  • El precio final del 100%  se situará entre 1.000 y 1.500 millones 
El presidente de Indra, Ángel Escribano

Ángela Poves, Javier Romera

Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) ajustará su participación en Indra en el caso de que se produzca una fusión entre ambas para no superar en ningún caso el paquete de la Sepi, que se eleva actualmente al 28%, aunque se verá diluida.

La empresa de los hermanos Javier y Ángel Escribano, consejero y presidente de la tecnológica respectivamente, es propietaria ahora de un 14,3% de las acciones y su intención pasa por quedarse con alrededor de un 25% del capital. El problema es que si la valoración de su compañía se sitúa, tal y como está previsto, alrededor de los 1.500 millones, su paquete en Indra rebasaría al del holding público.

La Sepi apoya la fusión pero quiere evitar esta situación para mantener la posición como primer accionista y los Escribano no solo lo han aceptado, sino que se han comprometido además a hacer los ajustes que sean necesarios aunque para ello tengan que desprenderse de una parte de los títulos.

Para llevar a cabo la valoración, Indra ha contratado ya a dos de los grandes bancos de inversión -Morgan Stanley y Goldman Sachs- según confirman fuentes próximas a la operación.

Todo está pendiente, no obstante, del importe final en el que se fije la valoración. Aunque la empresa tiene una proyección de crecimiento muy elevado de cara a los próximos ejercicios y su previsión apunta a alcanzar un ebitda (resultado bruto operativo) de 300 millones en el año 2030, en el último ejercicio se situó en 127 millones de euros. Si la valoración de 1.500 millones de euros se produce finalmente supondría pagar un múltiplo de casi 12 veces el ebitda.

Escribano multiplicó casi por 13 su beneficio neto en 2024, hasta 112,5 millones de euros, triplicando además su facturación, que se situó en 355,25 millones de euros. Prueba de la fortaleza financiera de la compañía familiar es que registró un resultado neto de explotación (Ebit) de 111,49 millones de euros, casi diez veces más respecto a los 12,08 millones de euros de 2023.

La operación

La operación de fusión de ambas compañías encajaría, por un lado, con el interés que la cotizada ha manifestado por crecer en el negocio de la defensa y para el que han creado de hecho dos nuevas divisiones: Weapons & Ammunition y Land Vehicles para crecer tanto en el negocio armamentístico como en el de los blindados.

Es algo que ha reforzado recientemente con la adquisición del negocio de drones de Aertec, además de haber pujado por Iveco Defence, la división de vehículos blindados del grupo de la automoción italiano.

La fusión también iría en línea con el actual crecimiento del sector de la defensa y con el denominado Leading The Future, una planificación estratégica de la compañía presidida por Escribano que busca consolidar a la cotizada como un actor de referencia en la industria aeroespacial, tecnológica y de defensa.

Al igual que la compañía familiar pretende duplicar cifras, Indra planea alcanzar los 10.000 millones de ingresos en 2030, de los cuales al menos el 50% se corresponda con el área de defensa, y la otra mitad del sector tecnológico.

La industria de la defensa, en cualquier caso, está sufriendo este verano una caída en las bolsas debido, fundamentalmente, a las perspectivas de un alto el fuego en Ucrania. Indra ha perdido desde julio un 14,4% de capitalización; el gigante francés Thales un 11,7% y el gigante alemán Rheinmetall hasta un 5,7%.

La comisión 'ad hoc'

Más allá de los objetivos financieros que una y otra compañía pretenden lograr, el grupo Indra comunicó ya el pasado mes de julio ante la Comisión Nacional del Mercado de los Valores (CNMV) la creación de una comisión específica integrada por consejeros independientes –y con posible vocación de permanencia para entrar en funcionamiento ante casos similares en el futuro–, para analizar la operación y evitar un posible conflicto de intereses, dado que Ángel Escribano es presidente de la tecnológica y su hermano consejero. De hecho, ambos se han mantenido al margen de las conversaciones y negociaciones de la posible operación.

No obstante, desde este anuncio se han sucedido dos dimisiones en el consejo de la cotizada. Primero, fue Ángeles Santamaría Martín, hasta entonces consejera independiente de la compañía, la que presentó su dimisión momentos antes de que la cúpula de la tecnológica debatiera la fusión de la compañía con la empresa familiar, pese a que dejó claro en un comunicado que el motivo de su renuncia no tenía relación alguna con la fusión. Después, fue el consejero Bernardo Villazán, el que presentó su dimisión como miembro de la comisión sin explicar los motivos de su renuncia.

De este modo, la empresa del Ibex redujo a tres el número de miembros de la comisión, que ahora tan solo estará integrada por los vocales independientes Belén Amatriain, que preside la misma, Eva María Fernández y Josep Oriol Pinya, uno de los hombres de confianza de Carles Puigdemont.