Industria

Celsa aparca la venta de su filial polaca hasta el final de la guerra de Ucrania

  • La instalación recibió el interés de firmas europeas y emiratís, pero fueron rechazadas
  • La planta en el país se antoja clave para la reconstrucción ucraniana tras la invasión rusa
Entrada de la planta de Celsa Huta Ostrowiec. EE

Carles Huguet
Barcelona,

Tras culminar la venta de las filiales en Noruega y Reino Unido y con el frente abierto con la 'marcha atrás' de Criteria, Celsa no tiene prisa para abordar de nuevo la carpeta de su acerera en Polonia. La siderúrgica con sede en Castellbisbal (Barcelona) augura que la instalación, ubicada en la ciudad de Ostrowiec, será clave en una reconstrucción de Ucrania una vez finalice la guerra, por lo que aplaza cualquier operación corporativa hasta el fin del conflicto dado el valor que puede ganar la división.

Las fuentes consultadas por elEconomista.es explican que la organización controlada por un grupo de fondos en el que sobresalen SVP y Attestor ya rechazó varias ofertas por el activo durante el segundo semestre del año pasado. Las propuestas no alcanzaron los hasta 800 millones que la firma llegó a pedir por la filial y llegaron de grupos europeos, como explicó el medio especializado Kallanish. También hubo conversaciones con Emirates Steel, controlada por el fondo soberano emiratí Abu Dhabi Developmental Holding Company (ADQ).

De hecho, la filial polaca era, a priori, la más interesante de entre las tres unidades de negocio puestas al mercado. Sin embargo, el momento no parecía el más adecuado para una operación corporativa. A la particularidad de la posible oportunidad de participar en la reconstrucción de Ucrania se suma la inyección de fondos europeos que este 2025 ha comenzado a recibir Polonia para proyectos de construcción y que incrementará la demanda local de acero.

Además, el sector del acero en Europa se encuentra en la parte baja del ciclo, en comparación el escenario postpandemia, cuando los fondos iniciaron la entrada en Celsa. A una baja demanda interna se suma la entrada de producto procedente de China, Indonesia o Turquía, con precios más bajos y que obligan a devaluar el producto continental, producido con unas exigencias medioambientales más altas.

Según los datos de 2023, Celsa Huta Ostrowiec tuvo unos ingresos de 754 millones de euros -una cifra prácticamente idéntica a la del Reino Unido y 200 millones superior a la de Noruega- y una producción de 950.000 toneladas, convirtiéndose en la filial extranjera de mayor capacidad del grupo. Entre trabajadores propios y subcontratados, la división empleaba a 1.936 personas.

La filial, además, dio una sorpresa a los fondos cuando tomaron el control de la siderúrgica, en otoño de 2023. En Polonia existía una deuda de 392 millones con la banca internacional que tenía una cláusula de resolución en el caso de cambio de propietarios. Las entidades ejecutaron el epígrafe y los inversores, liderados por SVP, se vieron obligados a inyectar otros 400 millones al margen de lo contemplado en el plan de restructuración.

La venta del 20% de Celsa

Con la venta de Polonia en stand by y las filiales de Reino Unido y Noruega ya traspasadas a Sev.en investments, la carpeta que más urge en las oficinas de Castellbisbal es la venta de un 20% del capital a un inversor nacional. El asunto parecía resuelto hace un mes, cuando anunció un acuerdo con Criteria para abrir su accionariado.

No obstante, la operación quedó en entredicho por las diferencias internas en el holding español. Del acuerdo se pasó a operación "en fase de estudio, como otras" y así sigue tras la salida de Ángel Simón, exconsejero delegado del grupo. Salvador Illa, presidente de la Generalitat, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, veían en Criteria la solución a la patata caliente de Celsa.

Y es que la adquisición resultó extraña desde un primer momento. Para empezar porque la siderúrgica no es una empresa que destaque por su política de dividendo, la motivación con la que invierte Criteria con tal de nutrir la obra social de la Fundació La Caixa. En segundo lugar, por el momento bajo del ciclo del acero.