Industria
Sargadelos continúa con el espectáculo: reincorpora solo a los trabajadores que aceptaron vacaciones pese a anunciar un acuerdo con la Xunta
- Unos 50 empleados continúan a las puertas de la fábrica, que sigue sin actividad
- Los sindicatos avisan de que Segismundo García "se está riendo" de la Consellería
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elEconomista.es
Solo la decena de trabajadores que aceptaron adelantar una semana de sus vacaciones ante el requerimiento del dueño de Sargadelos han sido llamados por la dirección este martes, un día después de que se anunciase un acuerdo entre la empresa y la Consellería de Emprego para poner fin a la situación que afecta a la fábrica de Cervo (Lugo) desde el pasado jueves.
En torno a las 11:00 horas de este martes, una decena de empleados que estaban en sus casas tras haber aceptado ir de vacaciones con apenas 72 horas de antelación han sido los únicos que se han reincorporado a la factoría, todavía sin actividad, puesto que la mayor parte de la plantilla de producción, en torno a medio centenar, ha seguido a las puertas sin noticias de la dirección. El propio Segismundo García ha abandonado el lugar sobre las 12:00 horas sin mediar palabra con ellos.
Así lo señalan distintas fuentes consultadas por Europa Press, en una jornada en la que representantes sindicales que asesoran a los empleados -sin comité de empresa después de varios conflictos laborales internos y quejas contra la dirección- han denunciado que "sigue el esperpento", puesto que a última hora del lunes el propio Segismundo García confirmó que había llegado a un acuerdo con la Xunta -con el conselleiro de Emprego, José González- para que la planta volviese a la actividad.
El representante de CCOO en el ámbito de la industria en la comarca de A Mariña, José Antonio Zan, ha considerado que "alguien se está riendo" de la Xunta y del conselleiro de Emprego. Por su parte, el responsable de la CIG Xorxe Caldeiro ha cargado igualmente contra la manera de proceder de esa consellería.
Zan también se ha referido a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y ha instado tanto al Gobierno gallego como al central a actuar ante lo que está sucediendo en Cervo. De manera contraria, les ha recomendado "dimitir", toda vez que hay decenas de trabajadores a los que no se deja entrar a su puesto de trabajo en medio de un "esperpento".
El Ministerio de Trabajo, por su parte, pidió una reunión al empresario la semana pasada, pero no consta que hubiese respuesta, lo mismo que sucede con la Inspección de Trabajo, a la que, a su vez, solicitaron un encuentro los sindicatos CCOO, CIG y UGT para conocer el expediente laboral abierto a Sargadelos.
"Temor" entre la plantilla
El pasado viernes, el propietario de la compañía llamó a trabajadores de tres en tres y les dio dos opciones: o bien firmar un documento según el cual aceptaban entrar a la fábrica bajo su responsabilidad o bien aceptar esta semana como periodo vacacional -algo, esto último, que en paralelo notificó a la Inspección de Trabajo-.
Una decena aceptó la primera alternativa y en torno a otros 10 empleados rubricaron la segunda propuesta, que, según censuran los sindicatos, "tiene poco de voluntariedad". Así las cosas, casi 50 trabajadores permanecen desde hace cuatro jornadas laborales a las puertas de la fábrica remarcando que "lo único" que quieren es "trabajar".
Algunas fuentes echan la vista atrás para comentar el "temor" que reina entre la plantilla, por decisiones que en su día tomó el empresario como la de despedir a la por entonces presidenta del comité, Rogelia Mariña, de UGT. Previamente, fue revocada por sus propios compañeros en medio de una serie de despidos.
Las últimas elecciones sindicales se celebraron en 2017 y, ya que por entonces la plantilla era inferior a 50 personas, se nombró a tres delegados -uno de ellos la propia Mariña, después despedida y readmitida por mandato judicial-. A día de hoy correspondería un comité compuesto por cinco personas.
Una empresa emblemática
La historia de Sargadelos comienza a escribirse en 1806 cuando Antonio Raimundo Ibáñez, el Marqués de Sargadelos, inicia un proyecto que cambiará para siempre el panorama gallego.
Además de la fábrica de Cervo, que está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC), el patrimonio propio de Sargadelos se completa con auténticas obras de arte de Luis Seoane y de otros artistas que plasman el alma gallega. La firma ceramista dispone de numerosos locales de venta en muchas partes de España y salió en 2016 del concurso de acreedores declarado en abril del 2014.
También están las implicaciones a nivel sociocultural, ya que Sargadelos es una empresa emblemática de Galicia desde el momento de su creación por Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane.
Gracias al impulso de actividades novedosas para la época como la constitución de la Real Compañía Marítima o la creación de una potente siderurgia que revolucionó la España del siglo XVIII, Antonio Raimundo inaugura una fábrica de loza en el Lugar de Sargadelos (Cervo) aprovechando los yacimientos de caolines existentes en la zona.
Esta cerámica se caracterizaba por su color blanco con un esmalte azulado de estilo neoclásico inspirada en la loza inglesa Bristol. Tiempo después José Ibáñez, hijo del fundador, amplió la fábrica original e instala tres hornos de producción. Ya en los años 30 la producción se elevaría a 20.000 piezas anuales.