Industria

Villar Mir se libera de LetterOne como acreedor y recortará su deuda a la mitad

  • Refinancia su pasivo con Tyrus a tres años y pretende rebajarlo de 120 a 60 millones
Javier López Madrid, consejero delegado de Grupo Villar Mir (GVM)

Javier Mesones

Grupo Villar Mir (GVM) ha acordado la refinanciación del grueso de su deuda con el fondo con sede en Mónaco Tyrus Capital después de rubricar la venta de su inmobiliaria Priesa a Aedas por 50 millones de euros y de haber cobrado de Sonatrach cerca de 126 millones de euros por el traspaso del 49% en la argelina Fertial.

La compañía fundada por Juan Miguel Villar Mir, fallecido el pasado 6 de julio, y dirigida por Javier López Madrid ha rebajado con ello su endeudamiento a 120 millones de euros y ha alargado los vencimientos tres años (hasta 2027).

En el marco de esta última reestructuración, el grupo ha logrado, además, desembarazarse de uno de sus acreedores más exigentes, LetterOne, el conglomerado de empresas de inversión con sede en Luxemburgo y que en España destaca como accionista de control de la cadena de supermercados Dia.

A finales de 2020, LetterOne tenía invertidos más de 200 millones de dólares en Tyrus, cuya relación con la familia Villar Mir se remonta a 2015, cuando participó en la ampliación de capital de OHL y entró en la deuda de GVM. En esta refinanciación se ha repagado a LetterOne y Tyrus ha sumado a otros inversores a la deuda, cuyo interés se ha rebajado.

El holding empresarial cuenta ahora como principal activo con el 40,1% del grupo de ferroaleaciones Ferroglobe, cotizado en el Nasdaq. Esta participación tiene un valor de mercado de más de 300 millones de euros. Asimismo, conserva sus negocios de energía, con una pata para el desarrollo de renovables, por un lado, y la comercializadora Energya, por otro. Por último, tras vender Priesa a Aedas, aún mantiene algunos activos inmobiliarios en Estados Unidos.

Desde 2017 GVM ha logrado reducir la deuda desde 1.500 millones de euros hasta los referidos 120 millones. Para rebajarlo, el grupo ha acometido en los últimos años un agresivo adelgazamiento. Así, antes que Fertial y Priesa, de su perímetros se han ido desgajando las participaciones en Abertis y Colonial, Torre Espacio, Fertiberia, una parte relevante de Ferroglobe y OHLA, de la que se desprendió de su último 7% en 2023 al ejecutar Tyrus garantías de la deuda.

El plan de Javier López Madrid, consejero delegado de GVM, discurre por continuar recortando la deuda para hacer un grupo financieramente sostenible que pivote sobre Ferroglobe y las actividades energéticas. En este sentido, el objetivo es disminuir en los próximos 12-18 meses el endeudamiento a la mitad, pasando así desde los 120 millones actuales hasta el entorno de los 60 millones.

Para ello cuenta con varias bazas. En la hoja de ruta de la compañía está desprenderse en el futuro de los activos inmobiliarios que se ha quedado en Estados Unidos. Asimismo, el acuerdo con Sonatrach por Fertial alcanzaba un precio de 147 millones, por lo que aún ha de recibir alrededor de 20 millones (hay una parque muy reducida ligada a Fertiberia). En el capítulo inorgánico, VM Energía puede poner en valor activos, toda vez que cuenta con una cartera superior a 1 GW (600 MW de desarrollos solares y eólicos en España y una central hidroeléctrica de bombeo de 356 MW en Granada). De hecho, en esta última, que está pendiente de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), la pretensión es dar entrada a un socio, lo que reportaría unos ingresos que podrían destinarse en parte a la amortización de deuda.

Adicionalmente, GVM cuenta desde este año con los dividendos de Ferroglobe, que tras su reestructuración ha iniciado una fase de crecimiento. Son por ahora limitados, pero la expectativa es que sean crecientes.

El plan del grupo español es que con la futura rebaja de la deuda pueda refinanciar de nuevo y dar entrada a algún banco con un ajuste de los costes financieros.