Acerinox pierde 20.000 toneladas de acero por la huelga
- Más allá del impacto en la producción, el cierre de la fábrica cuesta 180.000 euros al día
- La clave del conflicto: la flexibilidad que demanda la empresa para hacer frente a los vaivenes de la demanda
Carles Huguet
Barcelona,
Hace más de dos semanas que los hornos de Acerinox Europa están inactivos. La plantilla de la planta de Campo de Gibraltar (Los Barrios, Cádiz) está en huelga desde entonces en protesta por las medidas de flexibilidad que la compañía quiere introducir con la negociación del nuevo convenio colectivo. Desde el 5 de febrero que se iniciaron los paros, la instalación no ha sacado acero al mercado, lo que equivale a más de 20.000 toneladas de producción perdida.
Según las fuentes consultadas por elEconomista.es, el centro llevaba un ritmo de aproximadamente 1.200 toneladas diarias y, al estar en funcionamiento durante los siete días de la semana, ya son 17 las jornadas sin actividad. Por ello, las toneladas de acero perdidas rondan las 20.400. Fuentes de la empresa explican eso sí que la producción se podría todavía recuperar de manera paulatina en los próximos meses cuando se alcance una solución.
Además, la plantilla escogió el mes de febrero para el paro debido a que se debía incrementar la producción que se realizaba en los últimos meses. "La planta está completamente detenida y el material inmovilizado, apenas hay unas 40 personas de servicios mínimos haciendo tareas de mantenimiento", explican fuentes del comité de empresa.
Pero más allá de la caída de la producción, que en 2022 alcanzó las 577.000 toneladas –una cifra que cayó en 2023-, el golpe para Acerinox también es económico. Cada día que la instalación gaditana está cerrada tiene un coste de 180.000 euros, por lo que la factura total ya es de 3 millones de euros para las arcas de la organización.
La cuestión no es baladí. Acerinox Europa ha perdido dinero en tres de los últimos cuatro ejercicios. La fábrica estuvo en números rojos en 2019, 2021 y 2022 y para el ejercicio cerrado a 31 de diciembre la situación no cambió.
Las negociaciones entre ambas partes están rotas hoy pero, aunque se llegase a un acuerdo mañana mismo el impacto económico no dejaría de incrementarse durante días debido a que el proceso de rearranque de una fábrica de este tipo es lento.
El conflicto entre Acerinox y la plantilla
La raíz del conflicto entre Acerinox y sus trabajadores está en las medidas de flexibilidad que la cotizada quiere implementar para hacer frente a los vaivenes de la demanda del negocio. La plantilla rechaza la propuesta debido a los efectos que tendría sobre la conciliación de las más de 1.800 personas que emplea el centro.
Pese a la inexistencia de negociaciones –los sindicatos esperaban retomar las conversaciones el 14 de febrero-, la empresa asegura que "sigue viendo margen para el acuerdo", pero incide en la necesidad de implementar medidas de flexibilidad que ya existen en sectores como el automóvil. "La flexibilidad es clave, pues todos sabemos cómo se encuentra la industria en Europa y la competitividad que nos viene de otros mercados", decía el primer ejecutivo de la siderúrgica, Bernardo Velázquez, en una entrevista reciente con elEconomista.es.
Sin embargo, los representantes de los trabajadores esperan que la huelga será larga. Las conversaciones entre las dos partes no existen y Acerinox denunció que la huelga era ilegal y que el comité de huelga no era representativo respecto al comité de empresa al no tener los sindicatos la misma representatividad que ostentan en el comité de empresa.