Industria
El dueño de Keraben y Saloni sortea el alza del gas y su división cerámica gana el doble
- Su resultado operativo crece tras la compra de su fábrica turca
- Prevé invertir 9 millones en esa planta para exportar el 100% a Europa y EEUU
Ángel C. Álvarez
Valencia,
Uno de los grandes actores de la industria cerámica de Castellón, el grupo británico Victoria dueño de Keraben, Saloni y la marca Íbero, ha conseguido incrementar notablemente su resultado operativo en su negocio cerámico pese al fuerte incremento de los costes por el gas en el primer semestre de su ejercicio, que va de abril a octubre.
El grupo británico incrementó el negocio de su división cerámica, que alcanzó en el primer semestre los 257,4 millones de libras (298 millones de euros), un 39,4% más que en el mismo periodo del año anterior. Pero aún más llamativo ha sido el incremento de su resultado operativo, que crece un 130%, hasta 24,5 millones de libras (28 millones de euros). Un alza que se produce precisamente en los meses en que uno de los principales gastos del sector, el gas natural, ha alcanzado máximos y ha frenado la producción en la industria castellonense.
Según explica, el propio grupo "ha mitigado con éxito el impacto de los precios más altos del gas a través de una combinación de mejoras continuas en el servicio al cliente, ingeniería de productos, cobertura y acuerdos de suministro cuidadosamente negociados". La división azulejera de Victoria también reconoce que en ciertos momentos ha recurrido a "aumentos de precios o recargos por energía".
En un momento en que se han extendido los Erte y los despidos e incluso cierres ya empiezan a producirse, el dueño de Keraben y Saloni asegura que "nuestra estructura de costos más bajos nos ha permitido mantener nuestras fábricas en producción y superar significativamente la disminución de la demanda al suministrar a los clientes que no han podido acceder al producto de sus proveedores habituales". Eso no ha impedido que durante este año sus filiales de Castellón hayan activado Ertes.
Crecimiento en Turquía
Pero su informe semestral también reconoce que la mayoría del crecimiento respecto al mismo periodo del año anterior se basa en la compra de la fábrica turca Graniser, ya que el crecimiento orgánico es más limitado, del 15,4%. Paradójicamente y pese a la hiperinflación en Turquía, los costes energéticos en ese país son menores.
De hecho, Victoria ya tiene previsto invertir 9 millones de euros en su filial turca "para alinear aún más la calidad tanto de la baldosa producida como de su embalaje con los estándares europeos y americanos". Y es que su objetivo es que, frente al 70% que suponen actualmente las exportaciones, Graniser dedique a las ventas a los mercados de Europa y América el 100% de su producción.
Otro de los elementos a los que atribuye la buena evolución es su posición en la distribución en el mercado estadounidense, tras la compra de varias firmas especializadas.