Firmas
Mentiras, cloacas y tarjetas de móvil
- "Se trata de mover las vísceras de los votantes, que no su intelecto"
- El espionaje de Villarejo a Iglesias beneficiaba al PSOE ante el sorpasso
José María Triper
Si algo ha venido a romper el tedio de este campaña electoral del 28-A, además de las acostumbradas descalificaciones mutuas de los candidatos, es la prostitución de las reglas de juego del sistema democrático que el Gobierno de Sánchez ha hecho al utilizar torticeramente los consejos de ministros como instrumentos de propaganda partidista, abusando del decreto-ley al más puro estilo caudillista. Una impudicia que, agotada ya por la vía parlamentaria, los estrategas del PSANCHEZ han empezado a sustituir por el empleo sin escrúpulos de la mentira como arma electoral.
"Se trata de mover las vísceras de los votantes, que no su ideología o su intelecto, sin importar el riesgo de cierto de llegar a la crispación social y a la confrontación", explica un veterano socialista, de esos muchos desencantados del sanchismo y, por ello, desterrados, quien resalta que Sánchez, del que en un primer momento fue mentor, "no tiene proyecto ni programa, sólo tiene ambición y es capaz de vender al PSOE y a España para conseguir sus ambiciones personales".
Eso explica que el Presidente del Gobierno y sus acólitos hayan mentido descaradamente, como bien ha demostrado elEconomista, al acusar al PP de querer recortar las pensiones. Un partido que siempre ha subido, en mayor o menor cuantía estas prestaciones cuando ha gobernado, frente a un partido socialista que ha sido el único en congelar las pensiones en la historia de la democracia. Una decisión del Gobierno Zapatero que voto a favor y sin reparos el entonces diputado Pedro Sánchez.
Y mienten también, ellos y sus ahora aliados por la izquierda, al intentar desviar las llamadas "cloacas del Estado" sólo a los ejecutivos de Rajoy, aprovechando que el comisario Villarejo pasaba por los teléfonos de Pablo Iglesias.
El miedo del PSOE
Recuerda, me apunta mi interlocutor de la vieja guardia socialista, "si a alguien beneficiaba en 2016 espionaje de Villarejo a Pablo Iglesias y el desprestigio de un Podemos emergente era al PSOE". Recordar que era precisamente el socialismo quien estaba empezando a desangrarse por la fuga de votos a un Podemos a punto del sorpasso, que si a alguien convenía era al PP y que hubiera relegado al socialismo en España a la nimiedad del PSF en Francia o del PASOK en Grecia.
Y recordar también que quien tenía en su poder la tarjeta de memoria del móvil de la asesora de Iglesias, Dina Bousselham, era el semanario Interviú, dirigido entonces por Alberto Pozas, hoy Director de Información Nacional en el equipo de comunicación de Pedro Sánchez. Y que según consta en la investigación fue un alto directivo de Interviú quien entregó, parece que gratuitamente, a Villarejo el pen drive con el volcado de la tarjeta del móvil de Bousselham.
A la vista de estas casualidades y causalidades, empieza a tener sentido la duda que aquejaba, el pasado martes, Pablo Iglesias cuando se preguntaba si "el PSOE tiene miedo a Villarejo". Haz que pase.