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El recurso a los impuestos o la imaginación al poder

  • Se perjudica al músculo financiero del país: empresas y ciudadanos

Víctor Alvargonzález

¿Es una obsesión mía o lo único que se les ocurre a los políticos para solucionar los problemas es subir los impuestos? Desde el establecimiento de un nuevo concepto de "rico" por parte de Podemos a la fórmula mágica del Partido Socialista para equilibrar el balance de las pensiones, pasando por la subida de impuestos del Partido Popular como formula imaginativa y económicamente eficiente para salir de la crisis.

Y ahora, en cuanto ha habido otro problema -el incumplimiento del compromiso de déficit- el ministerio propone un "apaño" con el Impuesto de Sociedades. Técnicamente hablando no es una subida, es un "adelanto" -aunque ya veremos al final en que queda la cosa-, pero la filosofía es siempre la misma: sean subidas, adelantos u otro tipo de enjuagues, todo es a costa del ciudadano, no ahorro o esfuerzo en eficiencia por parte de la Administración.

Decía hace tiempo que hemos pasado del modelo económico "ladrillo" al "modelo económico IRPF". No es cierto: el nuevo modelo se llama IRPF y Sociedades. Ahora nuestros gobernantes se esfuerzan con el marketing. No me negarán que pedirle el adelanto a las sociedades -"entes" al fin y al cabo, algunos como los del Ibex malvados por definición- suena mejor que pedírselo a las personas físicas.

Pero sea adelanto o subida -dependerá de si luego hay devolución o se sacan algo nuevo del sombrero- lo que está claro es que perjudica a las empresas y, en consecuencia, a trabajadores y accionistas (que también son personas). Pregúntenle que opina del "adelanto" al empresario que tiene que hacer una serie de pagos cada trimestre y ahora tiene que adelantarle dinero al Estado.

El "adelanto" también perjudica la imagen de nuestro país como posible receptor de empresas en un momento donde resulta especialmente importante dar una imagen atractiva. El titular del Financial Times hablando de tax blow -golpe impositivo- justo cuando muchas sociedades piensan abandonar el Reino Unido, no ayuda. Un tanto a favor de la seguridad jurídica española en materia de pago de impuestos.

No solo no los vamos a bajar para que vengan: les vamos a pedir dinero por adelantado. Puedo imaginar cómo lo estarán celebrando en Dublín o en Berlín. Creo que ambas ciudades tienen pensado nombrar hijo predilecto a nuestro ministro de Economía.

Con independencia de esta ultima genialidad, lo que no es de recibo es que todo se base siempre en actuaciones que perjudican de una u otra manera al músculo financiero del país -empresas y ciudadanos- mientras campan a sus anchas los "michelines" de la Administración Pública, ya sea en forma de un Senado que no sirve absolutamente para nada o de todo tipo de duplicidades administrativas cuya eliminación bastaría para generar el ahorro necesario que garantice que no se vuelvan a tocar los impuestos en mucho tiempo.

Tampoco es admisible que teniendo inmuebles valorados en miles de millones en las zonas más caras de las principales ciudades españolas se saque el dinero del sistema productivo antes que vender esos activos. Y es inadmisible que en la época de la revolución digital y la Inteligencia Artificial haya una "unidad pública" (organismos, entidades, entes, consorcios, fundaciones o empresas públicas) por cada 2.500 ciudadanos.

La mitad serían suficientes para darles servicio y se generaría un ahorro de costes estructural que evitaría improvisaciones fiscales en el futuro. Es cuestión de echarle un poco de imaginación. Y ganas.

Y ya que hablamos de duplicidades administrativas, visto que todos los problemas se solucionan subiendo o "adelantando" impuestos, y considerando lo bien que ha funcionado el país sin Gobierno, se me ocurre que podríamos poner un ordenador al frente del mismo y nos ahorramos un dineral.

Total, no haría falta un ordenador muy caro. No se necesitan muchos megas si el programa sólo tiene que hacer dos cosas: a) subir impuestos b) adelantar el cobro de impuestos. ¿Y si gana otro partido las elecciones? Se hace una nuevo versión del software que incluya un impuesto nuevo y listo. Y si fuera necesario se reprograma el concepto de "rico".

Ya puestos, podríamos comprar un ordenador gigante como ese de Google -que además es listísimo- y poner a su cargo toda la Administración pública. Al final, sea autonómica o municipal, la "solución" siempre es la misma: impuestos. Supondría una ventaja enorme, porque eliminaríamos la corrupción y como consecuencia ahorraríamos mucho dinero.

Al ordenador no se le pueden pagar "mordidas". Y sólo con ese ahorro en corrupción -unos 200 por español, dicen- no es que cumpliéramos con el objetivo de déficit: es que tendríamos superávit.