Firmas

Feliz cumpleaños S&P 500, que cumplas muchos más

  • Si no rompe sus máximos estaremos ante una despedida del alcista
  • Los mercados tienen sus propias reglas, no se basan solo en la teoría

Víctor Alvargonzález

Cualquiera que siga las redes sociales pensara que los últimos años han sido horribles para el inversor bursátil. Debe ser que las malas noticias y anunciar el Armagedón financiero generan más seguidores que contar las cosas como son. Si sigues las redes sociales llegas a la conclusión de que la bolsa, ni mirarla. Y tienen razón, al menos en el caso de quienes no hayan invertido: mejor no mirar la revalorización del S&P 500 en los últimos siete años -un 210%-, ni tampoco la noticia de que te has perdido el segundo mercado alcista más largo de la historia. Porque lo que has dejado de ganar no te lo va a devolver ni el tuitero ni el tertuliano.

Qué importante es comprender que la regla más importante para invertir en los mercados es que los mercados tienen sus propias reglas, que no puedes basarte únicamente en la teoría económica. Y más importante todavía es aprender a abstraerse de la opinión del consenso, del ruido, de quienes solo quieren llamar la atención o de quienes saben que el miedo genera más seguidores que la objetividad, la seriedad o el frío realismo que requiere la inversión financiera.

De los errores se aprende y, aunque el cumpleaños del S&P 500 no sea motivo de felicidad para quienes se hayan perdido la fiesta, es una lección de esas que no se olvidan. Pero ahora lo que nos interesa es el futuro, es decir, si el recorrido alcista del S&P 500 va a seguir cumpliendo años o no.

Tengamos claro primero que estamos ante alguien más próximo a la jubilación que a su primer empleo. Este mercado alcista supera con mucho la media histórica, y eso ya dice mucho. Sea cuál sea la conclusión final a la que lleguemos, no podemos poner demasiada carne en el asador. Pero hay que hacer un par de matices importantes.

Hay que mirar toda la fotografía, no sólo la de los últimos siete años. El mercado ha subido una barbaridad desde 2009, pero, si alejamos el objetivo, lleva casi plano desde el año 2000. En otras palabras: desde el 2000 hasta junio de 2013 se ha movido de forma lateral. Fuerte bajada con el crash de las puntocom, recuperación, crisis subprime, recuperación al calor del QE... Arriba y abajo durante 13 años sin romper los máximos anteriores. Esto significa que alguien que invirtiera un dólar en el año 2000 no ha empezado a ganar hasta mediados del año 2013. Dado que la rentabilidad media histórica del S&P es de un 7% anual, se podría decir que la subida que se inicia en 2009 está recuperando la rentabilidad no ganada en esos trece años.

Hay otro detalle que no se puede pasar por alto: el mercado de EEUU lleva, además, más de un año sin subir. En 2015 acabó más o menos donde empezó, y ahora sólo está un 2% por encima. Y lo mismo ocurrió en 2011.

Considerando todo lo anterior podríamos decir que ha sido un mercado alcista muy amplio, pero con periodos de caída y consolidación mucho más largos de lo normal.

A favor de la ruptura al alza juega lo que lleva tiempo impulsando la subida: en un mundo con tipos de interés cero el dinero busca rentabilidad. Y en estos años la diferencia la ha marcado la toma de cierto riesgo, sea en bonos -que también han ido de cine, especialmente en Europa- o en acciones. También podría ocurrir que la economía de EEUU decidiera -por fin- crecer a su potencial real, y no al uno y pico por ciento en el que lleva años estancada, lo cual se notaría enseguida en los resultados empresariales.

En contra de que la subida del S&P siga cumpliendo años juegan China -y esa es una espada de Damocles importante- o que la economía norteamericana crezca o decrezca de forma muy acusada. Si crece mucho aflorará la inflación y la Fed se lanzará a subir los tipos de interés. Si entra en recesión, la valoración del homenajeado -el S&P 500- no se tiene en pie. También juega en contra el hecho de que haya gente que siempre anuncia que el fin está cerca, porque la verdad es que a largo plazo siempre aciertan. Tarde o temprano surge un mercado bajista. Aunque en esta ocasión les haya fallado el timing.

Afortunadamente no tenemos que comernos mucho el coco. Si el S&P rompe sus máximos históricos anteriores -y ese asalto puede ser por fases y llevar tiempo- hay muchas probabilidades de que lo celebre con un tirón adicional al alza, y sería una oportunidad -probablemente la última- de ganar dinero en la bolsa norteamericana. Si lo intenta, pero no lo consigue, significaría que estamos ante una despedida o un receso importante. Así que atentos al nivel 2150. Ahí se juega el partido y la eliminatoria.